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Homilías del Padre Jorge Loring S.I. |
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Domingo Trigésimo Tercero del Tiempo Ordinario - Año B
1.- El Evangelio de hoy nos habla del fin del mundo. Esto me da pie para hablar
de que la Ciencia confirma la fe. Sabemos por el Evangelio que este mundo va a
tener un final. Pero es bonito saber que la Ciencia dice lo mismo.
2.- Es frecuente que los medios de comunicación nos repitan que la Ciencia se opone a la Fe. Esto no es verdad. Jamás ha habido contradicción entre la Ciencia y la Fe.
3.- Pero para que esta afirmación general sea cierta hay que matizarla. Cuando hablo de Ciencia hablo de Ciencia indiscutible, no de la hipótesis de trabajo de un científico que mañana puede ser desbancada por la hipótesis de otro científico.
4.- Y cuando hablo de Fe hablo de DOGMAS DE FE, no de normas disciplinarias de la Iglesia.
5.- Pero entre la Ciencia indiscutible y los Dogmas de Fe jamás ha habido contradicción, ni la habrá en el futuro, pues las dos vienen de Dios.
6.- Ciencia es el estudio de las leyes de la Naturaleza para aplicarlas a la técnica y al progreso. Fe es el estudio de la verdades que Dios ha revelado.
7.- Y Dios no va a contradecirse entre lo que me comunica por la Naturaleza y lo que me comunica por la Revelación.
8.- Y la Ciencia no sólo no contradice a la Fe, sino que la va confirmando en su progreso. Por eso dijo Pío XII en un discurso a la Academia Pontificia de Ciencias: «La Ciencia moderna descubre a Dios detrás de cada nueva puerta que abre».
9.- El Evangelio de hoy nos habla del fin del mundo y la LEY DE LA ENTROPÍA también, pues la energía del universo se va degradando y llegaremos, como dijo Eddington, «a la muerte térmica del cosmos». Es como un reloj de arena en el que se va vaciando el cono de arriba.
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