Domingo Vigésimo Primero del Tiempo Ordinario  -  Año B
San Pablo: Carta a los Efesios, 5: 21-32

1.- Esta homilía la vamos a dedicar a comentar la carta de San Pablo a los Efesios, pues creo que es muy conveniente hablar hoy del matrimonio.

2.- Las circunstancias sociales han cambiado, pero la doctrina de la armonía matrimonial es permanente

3.-San Pablo recomienda a las esposas que sean sumisas a los maridos. Esto no es bien acogido por las feministas.

4.- Las feministas radicales quieren tomar ellas el mando de todo. Quieren ocupar el lugar del hombre en todo, algunas hasta en el uso del sexo, como las lesbianas.

5.- Pero el hombre y la mujer tiene cada uno su misión en la vida.

6.- Uno no es superior al otro. Son sexos distintos, pero iguales en sus derechos.

7.- La mujer debe ser mujer, no marimacho. Y el hombre debe ser hombre, no damisela.

8.- La mujer no debe perder sus grandes valores, como es la feminidad.

9.- Y el hombre no debe exagerar los suyos siendo machista.

10.-Por eso San Pablo da a cada uno sus consejos:

11.- A la mujer que sea sumisa, pues el hombre es el cabeza de familia. En toda sociedad bien organizada alguien tiene que tomar el mando.

12.- Y al hombre que sea amoroso con su mujer, que no sea despótico, que la escuche, que la atienda, que tenga en cuenta sus puntos de vista, y que sea siempre cariñoso con ella. La mujer necesita la ternura mucho más que el hombre, y el hombre debe tenerlo en cuenta para que ella esté contenta.

13.- La felicidad del matrimonio necesita armonía, y esta armonía se consigue cuando cada uno procura hacer feliz al otro. Si cada uno va a lo suyo es un egoísta, y el choque de los egoísmos hace saltar la chispa de la discordia.