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Homilías del Padre Jorge Loring S.I. |
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Segundo Domingo de Cuaresma - Año B
Mc. 9:2-10
1.- En el Evangelio de hoy se nos narra el hecho de la transfiguración del Señor. Fue como una anticipación de lo que será el cielo.
2.- Por eso Pedro exclama lo bien que se está junto a Cristo. Eso es el cielo. Estar con Dios para siempre.
3.- Algunos, por falta de cultura religiosa, dicen: «si el cielo es estar con Dios, yo me voy a aburrir, porque yo en la iglesia me aburro».
4.- Eso es porque aquí no conocemos bien a Dios. Como dice San Pablo, lo que conocemos de Dios aquí es como una caricatura. La caricatura se parece algo al original, pero el original es otra cosa.
5.- En el cielo conoceremos a Dios como es. Sin el obstáculo del entendimiento humano. Nos daremos cuenta de lo digno de amor que es y lo mucho que nos ama.
6.- En eso consiste la felicidad del cielo: la felicidad de amar a Dios y ser amados por Él.
7.- Si aquí en la tierra el amor nos hace tan felices, a pesar de nuestros defectos, ¿qué será amar a un Dios OMNIPERFECTO?
8.- Y sentirese amados de Él. Aquí no entendemos lo que Dios nos ama. Miramos a un crucifijo y nos quedamos fríos.
9.-.-Muchas personas sufren porque no se sienten amadas. Les falta correspondencia a su amor.
10.- En el cielo seremos felices amando a Dios y sintiéndonos amados de Él
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