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Homilías del Padre Jorge Loring S.I. |
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Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario - Año B
Jornada Mundial de la Vida Consagrada
1.- El papa ha señalado para hoy la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Nos invita a orar para que el Señor conceda a la Iglesia buenas y abundantes vocaciones para que la Iglesia pueda cumplir su misión en el mundo.
2.- La vocación es un don de Dios. Él llama a quien quiere. Por eso vocación significa llamada.
3.- Pero es necesaria la respuesta de los llamados. Muchos aturdidos por la vida terrena no saben oír la llamada del Señor.
4.- Y otros se hacen los sordos, porque temen renunciar al mundo que les encandila con sus atractivos.
5.- Esto es una equivocación, porque el mundo nunca les llenará el corazón.
Conocemos muchos casos de personas que disfrutan de todo lo que el mundo les puede dar y son desgraciados.
6.- Y otros muchos que pudieron disfrutar de muchas cosas y las abandonaron para consagrarse a Dios, y son muy felices porque Dios llena el corazón más que el mundo entero.
7.- Lo que hace felices a las personas no es tener muchas cosas sino tener un ideal que les dé ilusión para vivir por él.
8.- Y no hay mayor ideal que el vivir para Dios y ayudar a los demás para que también lo hagan.
9.- Si la felicidad en la tierra está en el servicio a los demás, no hay mayor servicio que ayudar a los demás para que se acerquen a Dios.
10.- Todos los demás servidores de la humanidad dan cosas que sólo valen para esta vida. El apóstol da bienes que van a durar eternamente.
11.- Por eso debemos pedir a Dios muchas y buenas vocaciones a la vida consagrada, porque será un gran bien para los llamados, y también para todos los demás.
12.- La Iglesia y la Sociedad necesitan muchas y buenas vocaciones a la vida consagrada.
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