68,17. Con
frecuencia se oyen hoy ideas sobre sexualidad tendenciosas y corruptoras que
pretenden «mentalizar» a la gente para llevarlas al libertinaje sexual que es el
negocio de los pornócratas. El Diccionario de
No decimos
que el sexo sea pecado, si se usa correctamente; lo que no es lícito es ese
consumo de sexo que han montado los pornócratas, para hacer su negocio, con
revistas, libros y películas en las que se hace del sexo un vicio.
A fuerza de
verlo en el cine muchos jóvenes juegan a hacer el amor, como los niños juegan a
los indios. Pero la sexualidad es una cosa muy seria; no es para
jugar.
Al goce
desordenado del placer sexual se llama lujuria.
«Proclamar
la absoluta libertad sexual puede parecer progresista pero de hecho se opone a
los resultados de la mejor investigación contemporánea. Y el que se enfrenta a
la investigación no es realista, es un iluso que pretende tal vez seducir, pero
no convencer»[1] , ¡y
menos ayudar!
Dice
San Agustín: «Ama y haz lo que
quieras». Algunos han sacado de aquí su libertad sexual, como si lo que se hace
por amor no fuera nunca pecado. «Pero lo que San Agustín quería decir es que el que ama
verdaderamente hará el bien sin tener que consultar la ley»[2] .
Los medios
de comunicación presentan con frecuencia comportamientos sexuales como
«normales» en el sentido de «no patológicos»; pero esto no significa que sean
morales, conforme a los principios de la Iglesia.
Hoy se
prodiga hacer el coito a nivel de
camaradería. Se habla mucho de «hacer el amor», pero esta frase es
falsa; el amor no se «hace», se da. Las cosas se hacen. El amor se tiene.
El amor
brota de la mutua estima entre dos personas.
Por eso
«estamos asistiendo a una verdadera crisis del amor».
Es notable
el fracaso de las comunas de sexo libre .
Por querer
disfrutar de la vida, lo que se hace
Las
prostitutas, que viven del sexo sin amor, son un claro ejemplo de que sin amor
no es posible
Las
prostitutas usan del sexo a tope. Alguna recibe treinta hombres en una
noche[3] . Pero
eso no las hace felices.
Una
ninfomaníaca escribe: «Con todos los hombres que he conocido me he prestado a
acostarme con ellos. Tengo una aventura tras otra. Ésta es la historia de mi
vida, y la odio con toda mi alma»[4] .
Reducir el
amor a sensaciones placenteras es degradarlo. El amor tiene una vertiente
espiritual que es superior a todas las técnicas de manipulación de los órganos.
El amor es una fuente de ternura, mientras que el cuerpo lo más que da es el
estremecimiento de un orgasmo.
Encuestas
realizadas por un médico demuestran que muchos jóvenes hacen el coito para poder
demostrar su masculinidad; y ellas, porque lo hacen otras. Es decir, que hoy
muchos se avergüenzan de su pureza y alardean de su libertinaje
sexual.
Incluso hay
quienes llaman civilizada y madura a la persona que rompe moldes morales, para
vivir según le apetece. Me parece una falsedad.
Es mucho más
civilizada y madura la persona que tiene dominio propio, y sabe mantener su
comportamiento dentro de una rectitud moral.
Llamar
represión atávica a la rectitud moral es querer poner una etiqueta peyorativa a
valores que no se quieren reconocer.
Pero las
joyas que valen, no pierden valor porque haya personas que no saben apreciarlas.
«La madurez
se muestra plenamente cuando no elegimos aquello que satisface nuestras
apetencias del momento, sino que permite conseguir el ideal que hemos asumido
como meta de nuestra vida»[5] .
«Vivimos una
sociedad erotizada. El sexo se ha convertido en un bien de consumo. Se vive el
sexo sin amor. El resultado es un hastío que desemboca en un especial vacío
interior»[6] .
Oswald Spengler
acusa a los jóvenes que «hacen del
erotismo un deporte»[7]
«La sociedad
necesita la erradicación de vicios y la siembra de virtudes. Pero parece que no
es así. La sexualidad desbordada es insaciable: cada vez quiere más, cada vez
quiere experimentar cosas nuevas, hasta llegar a las aberraciones más
indignantes, como podemos ver por las noticias diarias de delitos de
prostitución de menores, de crímenes sádicos, de bestialidades de abusos y
lesiones masoquistas, etc.
»La oleada
de pornografía está convirtiendo a muchos en auténticos maníacos sexuales,
ávidos de toda clase de anormalidades y perversiones
sexuales.
»Afirman los
sexólogos que la sexualidad sin amor llena el alma de
vacío.
»A veces se
busca el placer en la agresividad y en las violaciones; pues la degradación que
produce el abuso lleva a la impotencia y frigidez sexual»[8]
El ambiente
erotizado que nos ha tocado vivir, hace
suponer que el ejercicio del sexo es la mayor felicidad del mundo, y después
resulta que no es así; pues las sensaciones de tipo físico carnal dan menos que
la felicidad espiritual.
Dicen los
sexólogos: «La actividad sexual no es lo más importante en la
vida»[9] Por
mucho sexo que viva una mujer, cuando encuentra a otra que vive el amor, siente
una enorme envidia, pues echa de menos lo que el sexo solo no puede
darle.
«Ha sido
V.Frankl el que ha venido a
explicar, contra lo que decía su maestro Freud, que la dimensión más importante del
hombre no es el sexo, sino el sentido religioso, transcendente, la posibilidad
de poseer un sentido último que dé razón de todo lo que hacemos. Cuando el
hombre carece de este sentido que le hace capaz de vencer el dolor y de superar
la muerte, enferma. Y es así como la enfermedad típica de nuestro tiempo es
«Freud peca de reduccionismo y de simplismo
al entender al hombre exclusivamente desde el sexo. En el hombre hay instintos
aún más fuertes que el sexual, como es el de la conservación del individuo, por
no citar la capacidad de sacrificio que ha llevado a muchos a entregar la propia
vida en aras de ideales diversos. Además, la necesidad de belleza, de bondad, de
justicia, y de verdad que hay en el hombre no se justifica por el
sexo»[10] .
Éste es el
problema del hombre de hoy, que vive más que nunca sin raíces, sin valores que
le lleven más allá de sí mismo.
Es cierto
que toda acción humana tiene que tener la prerrogativa de la libertad, pero el
hombre de hoy ha hecho de la libertad, que es un instrumento, un fin de sí
misma; y, de este modo, está ya experimentando algo sabido desde siempre: que la
libertad no libera, libera la verdad[11].
Hay quienes
en nombre de la libertad quieren
desasirse de toda clase de trabas. Para ellos es aleccionadora la inscripción
debajo de un dibujo en la Abadía de Pannonhalma donde representa un barril de
vino sin anillos de hierro, y el vino saliendo por las rendijas. El letrero
ponía: «Se perdió por la libertad»[12] .
«La prensa
nacional y extranjera viene haciéndose eco últimamente de la atmósfera de
erotismo y del ambiente sexualizado que nos está obligando a respirar la moderna
civilización, que presume de haber enterrado mitos, y que prometía librar al
hombre de las neurosis y obsesiones de ciertas represiones ciegas y
voluntaristas, que querían hacer del hombre un ser
angélico.
»Pero en vez
de liberar al hombre, su fragilidad ha quedado sometida al asedio omnipresente
de cuanto dice relación con el sexo y se le está dejando indefenso en la lucha
por integrar el instinto sexual y ponerlo al servicio de la vida y del auténtico
amor. La iniciación sexual que necesitan nuestros jóvenes nada tiene que ver con
la enciclopédica ilustración de todos los abusos y perversiones sexuales, con la
ola de erotismo, con las escenas íntimas de alcoba, ni con los supermercados del
amor»[13] .
«Bajo el
hipócrita lema de la “liberación de tabúes” se está produciendo, a escala
mundial, una desconcertante exaltación del nudismo, del naturalismo y de la
obscenidad que lo invade todo, originando una escandalosa quiebra de la
moralidad pública y privada.
»Vamos, si
no se pone remedio a tiempo, hacia un pansexualismo degradante de la naturaleza
humana.
»Y lo peor
es que apenas si hay reacción social contra la agresiones morales que por
doquier se dan contra la limpieza de costumbres, como si una general abdicación
del sentido natural y cristiano de lo lícito prevaleciera incluso entre personas
e instituciones que deberían velar activamente por la moral pública.
»La
pasividad ante la progresión de iniciativas eróticas y pornográficas acusa una
general dimisión de derechos y deberes frente a un estado de cosas cada vez más
deprimente»[14] .
De todo esto
resultan casos como.el de aquella muchacha que se quedó embarazada, y no podía
saber quién era el padre de la criatura porque aquel mes se había entregado a
tres muchachos distintos. Triste situación, pero lógica consecuencia para
una muchacha que no tenía «escrúpulos anticuados» y no se negaba nada de lo que
le apetecía.
Estas cosas
pasan cuando no se respeta la moral.
O aquel otro
caso de un jovenzuelo que fue a estrenar su vida sexual con una «señora», y
después se enteró que era la madre de su mejor
amigo.
O aquel caso
en que dos enamorados descubren que no pueden casarse porque resulta que, sin
saberlo, son hermanos: el padre de él se acostó con la madre de ella.
O la de
aquel muchacho que se acostaba con todas sus amigas, y el día que se enamoró de
verdad recibió un enorme mazazo moral, que le dejó destrozado, al enterarse que
su padre se había acostado antes con la muchacha que él
amaba.
O aquel otro
caso de una mujer que sedujo al novio de su hija, y al encontrarlos ésta a los
dos en la cama se fue de su casa para siempre. La madre perdió para siempre a su
hija y al galán.
Esto es lo
que ocurre cuando el libertinaje sexual se salta las barreras de la moral
católica. Si Dios manda castidad a la juventud y fidelidad a los matrimonios, no
es por el gusto de molestarnos, sino porque eso
Es que en
una sociedad en que la juventud no es casta y el matrimonio no guarda fidelidad,
se ha matado el amor del hogar que es la suprema de las felicidades naturales
que Dios ha puesto en esta vida
La libertad
sexual de la juventud está atrofiando su sexualidad.
Tanta
sexualidad está disminuyendo la capacidad de respuesta sexual y el impulso
sexual cada vez necesita mayores estímulos por aumentar cada vez más
Por eso cada
vez son más los jóvenes que acuden al médico con problemas de impotencia sexual, como se dijo en una
entrevista en Radio Nacional de España[16]. .
Y es que
Dios ha hecho la sexualidad para que esté al servicio del amor en el matrimonio.
Pero quienes hacen de la sexualidad un vicio, es lógico que la destrocen.
En la
revista de medicina JANO, se afirma que muchas disfunciones sexuales e
impotencias masculinas se deben a experiencias sexuales precoces y
premaritales[17] .
«Algunos
reducen el amor a la “mecánica” de
»El
libertinaje sexual de la juventud está dando origen a un aumento de la
impotencia y de la frigidez.
»Hay
“maestros” de sexología que cifran todo el éxito de la pareja en que el
sexo “funcione” bien. Tienen una visión de la pareja unidimensional. Lo reducen
todo a lo meramente biológico-zoológico. El hombre es mucho más que un
animal. El hombre puede amar, puede comunicar ideas e ideales, puede sentir una
armonía espiritual; y todo esto le lleva a una plenitud gratificante.
»La
felicidad humana es mucho más que un mero placer sensitivo. Entender la
sexualidad sin amor, sólo como un “instinto básico” es animalizar al
hombre.
»El
libertinaje sexual con el que muchos han querido superar lo que ellos llaman
tabúes y represiones arcaicas, sólo ha conseguido animalizar la sexualidad
humana, separándola del amor y por lo tanto, privándola de la felicidad.
»Afirman los
sexólogos que la sexualidad sin amor llena el alma de vacío, y a veces necesita
el placer de la agresividad (violaciones), unida a las más diversas formas de
impotencia y frigidez sexuales.
Por eso,
hoy, muchos sexólogos modernos opinan que hay que volver al restablecimiento de
los llamados “tabúes sexuales”»[18] .
El hombre
debe hacer de la sexualidad un lenguaje de amor. La sexualidad sin amor es
propia de los animales.
Hoy hay
quienes se ríen de las cautelas de
la moral sexual y presumen de ser muy «modernos» defendiendo más libertad
sexual.
Las
consecuencias ya están asustando a las personas conscientes.
El libertinaje
sexual tiene consecuencias lamentables,
como son las violaciones y las madres adolescentes.
En 1983 en
Nueva York, uno de cada tres nacimientos fue extramatrimonial.
En Estados
Unidos quedan embarazadas al año más de un millón de
«quinceañeras»[19] .
John
Hamilton considerado como uno de los
sociólogos más acreditados de Estados Unidos, en un estudio sobre los problemas
sexuales de la juventud, dice que en 1976 quedaron embarazadas 750.000 muchachas
menores de 17 años. La mayoría no sabía quién era el padre de
Éste es el
resultado de la liberación sexual y el olvido de las normas morales de
«La persona
tiene derecho a recibir una información y una educación que respeten las
dimensiones morales y espirituales de la vida humana»[21] .
Hoy está de
moda la filosofía del placer sin riesgo: sin riesgo de SIDA, sin riesgo de
embarazo. Esto, además de rebajar el sexo, que no
Las
autoridades de Puerto Rico están alarmadas y buscan solución al número de madres
adolescentes. Según las estadísticas suministradas por el Departamento de Salud,
en 1986 hubo mil madres de doce a quince años, en un población de tres millones
de habitantes[22] .
En España
quedan embarazadas 20.000 adolescentes al año[23]..
En España es
cada vez mayor el número de adolescentes embarazadas. Así se afirmó en el XIX
Congreso Nacional de
Últimamente
crece en España el número de adolescentes afectados por enfermedades venéreas de
transmisión sexual[25] . Hoy
en España se han duplicado las enfermedades de transmisión
sexual[26] .
Últimamente empieza a preocupar un cáncer de transmisión sexual llamado HPV por
sus siglas en inglés[27] .
Esta
degradación sexual de la juventud española es debida a la campaña llevada a cabo
por el gobierno socialista fomentando el libertinaje sexual para pervertir a la
juventud y apartarla de la Iglesia.
«La forma de
tratar el problema sexual en los medios de comunicación estatal y en ciertos
escritos publicados por
«En folletos
sobre información sexual publicados por ciertas Autonomías, e incluso por el
Ministerio socialista de Sanidad, se orienta a los niños y jóvenes al ejercicio
de una sexualidad que tiene por fin obtener un goce sensible. Y esto se presenta
como una liberación frente a generaciones anteriores reprimidas por normas
morales. De estos folletos son estas frases: “no hay nada que sea anormal, si os
gusta”, ”tienes derecho a disfrutar de tu cuerpo”, “aceptar que te atraen las
personas de tu mismo sexo no es delito, es un derecho de cada uno”. Cuesta
trabajo pensar que esto lo hagan personas que son responsables del gobierno de
un pueblo»[29] .
El célebre
psico-pedagogo Dr. Bernabé Tierno,
comentando la publicación del Ministerio de Asuntos Sociales socialista sobre
información sexual, dice lo siguiente:
«Tras
una detenida lectura del texto, la primera impresión es que lo que aparentemente
se presenta como información, más bien parece una clara incitación. Por eso mi
crítica va dirigida fundamentalmente a la superficialidad con que se explican
una serie de técnicas y métodos que impiden las consecuencias no deseadas de
unas relaciones sexuales a las que , de manera demasiado “alegre”, se alienta a
los jóvenes más o menos directamente. La facilidad, tranquilidad y desparpajo
con que se pretende ayudar a los adolescentes al exponer las distintas
advertencias, métodos y técnicas, constituye un arma de doble filo: el
conocimiento y uso de las mismas se convertirá en un incentivo más para que las
relaciones sexuales sigan incrementándose y, con ello, el número de madres
adolescentes. Mi larga experiencia educativa me dice que de poco o nada sirven
las técnicas extrínsecas si falta la motivación interna del individuo. (...).
Mientras el placer sea el valor predominante en la sociedad y el valor
subyacente en toda esta campaña informativa cuyo mensaje es “disfrutar del sexo”
evitando sus peligros, creo que no podemos quejarnos de que aumenten las
consecuencias negativas al incrementarse la actividad sexual de los
adolescentes. (...). Los impulsos sexuales no se gobiernan con técnicas sino con
la decisión de
Uno de los
psiquiatras contemporáneos más célebres, Víctor Frankl, ha dicho: «Con el sexo, como
con la moneda, después de la inflación viene la devaluación». «Después de la
sexolatría viene el hastío y las desviaciones sexuales.
»Con el sexo
no se juega.
»Este juego
puede resultar catastrófico, porque el sexo puede llegar a ser incontrolable.
»Puede
convertirse en un gran tirano acosando al individuo y emponzoñando todas sus
relaciones humanas»[31] .
El erotismo
desenfrenado es signo de civilización decadente[32] .
«Las
relaciones prematrimoniales son perturbadoras y no aconsejables. (...). Cuando
se dan cuenta de que el amor erótico da poco de sí, este descubrimiento
provocará en ambos, primero desilusión y apatía, después aburrimiento y , tal
vez, al final, ruptura. Dirán -como es frecuente hoy día- que el amor se terminó
y que hay que buscar nuevos horizontes. Lo grave es que no se percatan de que el
amor no existió nunca. Fue suplantado por el mero erotismo. (...). Tendrán
momentos de euforia, que pasan como una llamarada que quema pero no construye,
sólo deja algunas cenizas tras de sí. (...). El amor no es como el hambre, que
basta comer para saciarla. (...). La relación sexual, en cambio, no satisface la
necesidad de crear una relación amorosa auténtica. Es
insuficiente»[33] .
«Si queremos
que la juventud ordene su conducta sexual, es necesario crear un ambiente
socio-cultural que haga esto posible. Una sociedad de índole permisiva que
erotiza el ambiente hasta provocar una especie de fijación casi obsesiva sobre
lo sexual, no puede luego sostener, sin incurrir en una contradicción
manifiesta, una norma de castidad prematrimonial»[34] .
«Se van
difundiendo cada vez más entre los adolescentes y jóvenes ciertas
manifestaciones de tipo sexual que, de suyo, disponen a la relación completa.
Estas manifestaciones genitales son un desorden moral porque se dan fuera de un
contexto matrimonial»[35] .
En una
sociedad en la que la juventud no es casta, y el matrimonio no guarda la
fidelidad, se ha matado el amor del hogar que es la suprema de las felicidades
naturales que Dios ha puesto en esta vida.
El hombre es
algo más que un animal. A los animales les basta el instinto sexual, pero el
hombre necesita además amor.
Para saciar
el instinto, basta cualquiera. Por eso el perro va indistintamente con todas las
perras del barrio.
Pero el amor
exige exclusividad. De ahí el tormento de los celos que no pueden permitir la
intromisión de un tercero. «No hay amor sin celos» dice Proust.
Y
El doctor en
Psicología,
Donde hay
amor hay celos. La ausencia de celos se debe a una total confianza en la otra
persona, o a una total indiferencia por no amar a la otra
persona.
Dice el
psiquiatra Paulino Castells:
«Quien dice que no le importa con quién esté el otro es que no ama.
La fidelidad es la base del amor»[37] .
Aunque los
celos excesivos son contraproducentes, pues pueden provocar aquello que temen;
porque el amor se gana, no se impone a
Esta misma
exclusividad del amor, hace que la persona amada sea insustituible. A una madre
no se la consuela sustituyendo su hijo muerto por otro «doble» perfecto
.
Incluso el
«chulo» que explota a una prostituta y no le importa que ella se acueste con
todos por dinero, no tolera que lo haga con otro por amor.
El enamorado
quiere el amor de la otra persona en exclusiva, y para siempre. Quien cambia
fácilmente de amor, lo que tiene son caprichos sentimentales y sexuales, pero no
amor.
Como quien
se encapricha con un juguete y luego lo deja por otro.
El amor es
otra cosa. El auténtico amor quiere ser eterno: «te querré siempre», «te querré
hasta la muerte».
«Muchas
esposas piensan, estúpidamente, que si consiguen de vez en cuando provocar los
celos de su marido serán más capaces de conservar su amor. Pero los celos
producen sospechas y rompen la confianza. (...) El amor es
confiado»[38] .
«No hay que
confundir los celos obsesivos con una fundada sospecha. En el primer caso
conviene ir al médico. En el segundo aclarar lo que da fundamento a los
celos.
»En el
extremo opuesto a los celos está una bobalicona permisividad en coqueteos con
tercera persona. Esto puede terminar muy mal.
»Si uno de
los dos se deja invadir por la ilusión de estar con una tercera persona, de
verla, de hablar con ella, apeteciendo continuamente su presencia, est es una
grieta que puede romper un matrimonio»[39] .
68,18. Para examinar tu amor en orden a tu futuro
matrimonio puede ayudarte el siguiente
cuestionario:
1) ¿Crees
que nunca y por nadie podrás sentir un amor más grande que el que ahora
sientes?
2) ¿Crees
que la firmeza del amor que ahora sientes no disminuirá con el tiempo según
vayas conociendo más a la persona amada, sino que, por el contrario, aumentará
cada vez más según le vayas conociendo mejor?
3) ¿Te
ilusiona hacer feliz a la persona que amas, o vas al matrimonio buscando sólo tu
propia felicidad?
4) ¿Crees
que aunque esa persona sufra un accidente o enfermedad que la dejara afeada o
lisiada, la seguirías amando como ahora?
5) ¿Te
sientes con fuerza para renunciar a tus gustos para hacerla
feliz?
6) Aunque la
belleza no
7) Aunque la
sexualidad no sea el factor más importante en el matrimonio, ¿sientes atractivo
por las manifestaciones de amor de esta persona concreta (aunque comprendas que
antes del matrimonio tienes que dominarte), o lo que sientes por esta persona es
verdadera repugnancia?
8) ¿Tenéis
centros de interés común, o vuestros gustos son diametralmente opuestos y os
aburrís mutuamente con las cosas que interesan al
otro?
9)
¿Sospechas que después de casados necesitaréis de la presencia de otros amigos
para no aburriros, o esperas que no necesitaréis
10) ¿Tienes
confianza para decirle lo que te molesta, y esperanza de que corregirá para
complacerte?
11.- ¿Tienes
la paciencia suficiente para sobrellevar los posibles defectos de tu futuro
cónyuge?
12) ¿Puedes
prever que el matrimonio con esta persona te va a proporcionar obstáculos a tu
labor profesional, o de afición, que tanto te
entusiasma?
13) ¿Puedes
confiar que el matrimonio con esta persona no va a ser obstáculo para que vivas
en gracia de Dios, que es la suprema de las aspiraciones que debes
tener?
La
rotundidad de tus respuestas a estas doce preguntas te puede orientar cómo será
tu amor en el matrimonio con esa persona.
Examina
ahora las preguntas siguientes que te orientarán sobre las probabilidades del
éxito en tu matrimonio con esa persona.
¿Crees que
si el matrimonio pasa por una tribulación (pobreza, enfermedad, etc.) esta
persona te ayudará a llevarla con resignación cristiana?
¿Encuentras
en esa persona virtudes y cualidades que te producen admiración y te animan a
ser mejor?
¿Tiene
enfermedades o vicios que te van a convertir en perpetua
enfermera/o?
¿Bebe
mucho?
¿Domina su
genio?
¿Tiene
espíritu de trabajo?
¿Te gusta su
educación?
¿Es de tu
nivel religioso?
¿Armonizáis
en ideas, costumbres y gustos?
¿Tiene
modales o expresiones que atacan tus nervios?
¿Simpatizas
con su familia?
¿Simpatizan
ellos contigo?
Cuando
tienes una dificultad, ¿te apetece comunicársela o prefieres ocultársela?
¿Toleras sus
faltas?
¿Las
reconoce y muestra voluntad de corregirlas?
¿Acepta sus
equivocaciones, o se empeña en salir siempre con la suya?
¿Está
siempre al acecho de cualquier descuido tuyo para echártelo en
cara?
¿Comprende los males del
prójimo, o siempre saca a relucir los suyos
propios?
Un muchacho
escribió lo siguiente:
«Muchacha,
óyeme.
No te
conozco. Pero te conocen otros como yo.
Queremos que
conozcas nuestra opinión.
Las chicas
tenéis un enorme poder de arrastre.
Y esta
influencia es independiente de vuestra voluntad.
Y puede ser
para bien o para mal.
es un
problema muy serio.
Muchas cosas
que para vosotras no tienen importancia, nos hacen
impacto.
Vuestra
psicología es muy distinta de la nuestra.
Si tú
quieres, yo te miraré con ojos limpios.
Dios te ha
hecho lo más bello de la humanidad.
Tu belleza
irradia atractivo.
Me gustas
elegante, pero modesta.
Me gustas
simpática, pero recatada.
Me gustas
moderna, pero femenina.
Me gustas
pura, y que se note.
Me gusta
estar contigo, pero para ser mejor.
Tú puedes
ayudarme.
¡Ayúdame!
Leí en una revista, de una encuesta
juvenil:
«Los chicos nos gustan así:
Educado, y no grosero.
Simpático, pero no atrevido.
Caballero, y
no golfo.
Elegante,
pero no extravagante.
Varonil, y
no feminoide.
Trabajador,
y no gandul.
Pero, sobre
todo, muy cristiano.
Las chicas
nos gustan así:
Elegante,
pero decente.
Presumidilla, pero no provocativa.
Moderna,
pero no libre.
Dulce, pero
no acaramelada.
Femenina y
delicada, no facilona.
¡Por favor, no me desilusiones!
Te necesito para ser
mejor»
En una
encuesta realizada entre un centenar de chicas, las cualidades de «ellos» más
repetidas por las chicas eran: educado, atento, caballero, delicado, con
personalidad, muy hombre, que la proteja y la domine, que no sea un
pelele; pero que tampoco sea grosero y despótico. Y sobre todo que
sea un buen cristiano.
Un grupo de
jóvenes granadinos ha constituido el primer Club de Castidad del continente europeo.
Es similar a
otros muchos que ya existen en Estados Unidos.
Los miembros
de este club se comprometen a vivir en castidad, a no tener relaciones sexuales
hasta el matrimonio, y a guardar fidelidad una vez
casados.
En palabras
del presidente del club, Marcos Gutiérrez,
«la castidad es el mejor remedio contra la trasmisión de enfermedades
como el SIDA».
Pero las
intenciones de la asociación, que ya se ha extendido por Cádiz, Sevilla, Madrid
y Barcelona, van más lejos: «Se trata de crear una alternativa a la ideología
que fomenta la promiscuidad, la banalización del sexo, y la difusión del
preservativo»[40] .
68,19. Y por supuesto, que la
persona con la que te cases que sea católica.
Los matrimonios
mixtos son desaconsejables[41] .
«
Se llaman
matrimonios mixtos aquellos en que los dos son de distinta religión (de persona
católica con otra no católica).
El ideal es
que los dos sean de la misma religión.
Que el
católico se case con católico, el protestante con protestante, y el mahometano
con mahometano, etc.
La
discrepancia en una cosa tan seria como son las ideas religiosas, puede
ocasionar conflictos muy graves de orden práctico.
Además, los
hijos son los más perjudicados, pues, al darse cuenta de que sus padres no están
de acuerdo en la fe, es fácil que adopten un frío indiferentismo
religioso[43] .
Según un
estudio llevado a cabo por A. H. Clemence
sobre 13.500 familias y publicado en su obra Mariage and the family, los matrimonios
mixtos fracasan el doble que los matrimonios en los que los dos cónyuges tienen
los mismos ideales religiosos.
Llega a
afirmar que «la religión es uno de los factores que desempeñan un papel más
decisivo en la felicidad matrimonial» [44] .
El Papa Pablo VI, dijo el 31 de mayo de 1970
sobre los matrimonios mixtos:
«En
realidad, son muchas las dificultades inherentes a un matrimonio mixto. Por eso,
la Iglesia, consciente de su responsabilidad, desaconseja el contraer
matrimonios mixtos».
Y más
adelante, advierte que todo católico que desee contraer matrimonio mixto debe
pedir permiso a su Obispo.
«Para
obtener del Obispo la dispensa del impedimento, la parte católica debe
declararse dispuesta a alejar de sí el peligro de perder la fe.
»Además
tiene la obligación grave de formular la promesa sincera de que hará todo lo
posible para que toda la prole sea bautizada y educada en
»De estas
promesas, a las que está obligada la parte católica, deberá ser informada, a su
debido tiempo, la parte no católica»[45] .
Los Testigos de Jehová se negarán a comprometerse a educar
a los hijos en la religión católica, pues ésta es su norma.
Por eso no
parece posible que sea lícito el matrimonio de un católico con un Testigo de Jehová[46] .
El Islam
prohíbe que una mujer musulmana se case con un hombre no
musulmán[47] .
Los obispos
italianos desaconsejan a las católicas se se casen con musulmanes por los graves
problemas a los que se verán sometidas[48] .
En el caso
de que el matrimonio mixto, con los permisos correspondientes, celebre
matrimonio católico con presencia de un pastor no católico, está prohibido que
éste realice ninguna ceremonia religiosa; pero sí puede intervenir con una
exhortación, e incluso con alguna oración pidiendo a Dios por los nuevos
cónyuges[49] .
68,20. Los
novios deben tratarse íntimamente.
Pero
en este trato íntimo y con confianza no han de permitirse ciertas «confianzas»
ni «intimidades».
Es más,
deben ser muy discretos en permitirse ciertas manifestaciones amorosas, si no quieren
manchar sus relaciones de pecados. No puedes permitirle a tu cariño muchas cosas
que él te pide con fuerza.
Es necesario
que aprendas a llevar tu noviazgo con la austeridad que exige el Evangelio. Es
muy importante que te propongas firmemente llevar tu noviazgo en gracia de Dios.
Eso será atesorar bendiciones del cielo para el matrimonio.
En cambio,
si siembras de pecados el camino del matrimonio, ¿puedes esperar con confianza
que Dios os bendiga después?
«En los
muchísimos casos de matrimonios desgraciados, con graves problemas, he tenido la
curiosidad de preguntar cómo les fue en el noviazgo. Hasta ahora ni un solo caso
ha desmentido esta ley inexorable: fueron noviazgos con grandes descuidos
morales y con enormes lagunas en su preparación»[50] .
Que tus
relaciones sean cariñosas, pero
castas. Que tus manifestaciones de cariño sean limpias. Todas las
condescendencias que tengáis en el noviazgo con la pasión impura, han de
redundar, tarde o temprano, en perjuicio de vuestra verdadera y perdurable
felicidad. Cuando unos novios viven un amor sucio, después les amarga.
En cambio,
unos novios que han luchado por vencerse y mantener unas relaciones puras,
tienen una ilusión, una felicidad y un amor muchísimo mayores. La experiencia de
la vida confirma esto continuamente.
«Todos los
esfuerzos que hayan realizado -solos o en común- para respetar las exigencias de
la castidad antes del matrimonio, les ayudarán poderosamente a respetar más
tarde todas las exigencias de la castidad en el matrimonio. Se cosecha lo que se
sembró. Todo esfuerzo en este punto tendrá un día su recompensa»[51] .
«He visto a
menudo novios que estaban muy a gusto el uno junto al otro, se abrazaban
largamente y a cada instante..., y en el momento de su matrimonio estaban ya
cansados. Nosotros nos acariciamos de vez en cuando, y muchas veces nos cogemos
simplemente de
En el
noviazgo todo se ve con luz alegre y radiante, y es necesario saber que el Sol
todos los días se pone tras las montañas. La vida del matrimonio no es lo mismo
que la del noviazgo, ni el noviazgo puede ser lo mismo que el matrimonio. Por
eso debes tener mucha cautela en
tus manifestaciones de amor. Los novios todavía no son esposos. Muchas cosas que
entre esposos son perfectamente lícitas, entre novios son un pecado o por lo
menos un peligro de pecar. Las manifestaciones de cariño deben evitar una
excitación sexual. La excitación tiende a la satisfacción completa.
Es muy
difícil que los novios que no son prudentes en sus manifestaciones de amor,
permanezcan en el límite de las intimidades lícitas. Una caricia lleva a otra
mayor; y es preferible renunciar a la lícita antes que arriesgarse a caer en la
que es pecado.
Para que las
caricias sean ciertamente inofensivas, conténtate con que sean breves, delicadas
y tan sólo «de los hombros para arriba, bajando sólo por el brazo».
«Se debe
amonestar lo más seriamente posible al cristiano acerca del peligro de jugar con
la sexualidad»[53] .
Los novios,
como todos los demás solteros, pecan gravemente si con sus mutuas caricias se
provocan voluntariamente un deleite carnal; o se ponen, voluntariamente y sin
necesidad, en peligro próximo de provocarlo. Y en las excitaciones sexuales
involuntarias, tienen obligación de resistirlas y no consentir en
ellas.
«Es evidente
que antes del matrimonio no tendrían
que darse ciertas intimidades y confidencias sexuales (caricias
íntimas, etc.), dado que por su misma naturaleza conducen a la relación
completa»[54] .
El amor es
insaciable; siempre pide más. A veces, las
barreras morales le cortan el camino, pero él quiere saltar por encima de todo.
Por eso hace falta que la razón controle el amor para mantenerle en la línea de
la moralidad.
Los novios
todavía no están casados. Su amor les lleva al deseo de la entrega total, pero
todavía no tienen ese derecho. Sería como dar la absolución sacramental el que
todavía no ha sido ordenado de sacerdote.
Dice el
célebre moralista Häring: «Un
novio no tiene más derecho al cuerpo de su prometida que al que tendría al de
cualquier otra mujer. El acto sexual expresa por su misma naturaleza el vínculo
irrevocable e indisoluble entre la pareja»[55] .
Dice el
Nuevo Catecismo de
« Los novios
están llamados a vivir la castidad en
Te
recomiendo que estéis siempre en sitios bien visibles. Nada de sitios solitarios
y oscuros. La oscuridad y la soledad son
peligrosas.
Una de las
mejores defensas morales para el comportamiento de los novios son unos ojos
ajenos que los estén mirando. El comportamiento de los novios debe ser tal que
en todo momento puedan ser observados por sus
padres.
«La
castidad, aunque a veces es difícil y exigente, es no obstante posible en el
noviazgo; pero con ciertas condiciones. Quien quiera conservarla es preciso que
pague su precio. Los que no tengan voluntad para hacer los esfuerzos que se
necesitan, para echar mano de las fuerzas sobrenaturales mediante la oración y
los sacramentos, que no se extrañen de su fracaso y de sus caídas. La
experiencia, a Dios gracias, atestigua que muchos novios cristianos han vivido y
viven un noviazgo casto»[57] .
Por otra
parte, si ella fue para él una «mujer fácil» no será raro que, después de
casados, a él le atormenten los celos de que también lo pueda ser para otros.
Una mujer así no ofrece garantías de fidelidad matrimonial. Desgraciado el
hombre que se casa con una mujer lujuriosa. Tendrá dudas horribles sobre si los
hijos de su mujer son de él o son de otro hombre. Conozco casos
dramáticos.
Además, esas
caídas en el pecado seguro que os dejan asqueados. Os sentiríais mucho más
felices si vuestro amor os uniera con Cristo en la comunión, que no en la
degradación del pecado. Sé de novios que tuvieron una época de pasión
desenfrenada, y que cuando luego orientaron su vida por un camino de rectitud y
pureza, me confesaron que este segundo modo de amar les hacía mucho más
felices.
Algunos
chicos les dicen a las chicas que ellos prefieren a las que ya lo han probado
todo. Pero eso es un truco para lograr de ellas más fácilmente lo que quieren
sacar, y luego abandonarlas con la misma facilidad, de quien tira un trapo
viejo. ¡Es lógico! Un chico sensato no se casa con una chica que el día de
mañana puede salirle «rana».
Si no ha
respetado su pureza de soltera, ¿qué garantías tiene de que no resultará
adúltera después de casada?
Una vez le
oí decir a un chico que a él le interesaban dos tipos de chicas: las que sólo
sirven para uso sexual, y las que son dignas de amor y matrimonio. Pero, por
desgracia, las segundas escasean. Algunas chicas quieren retener a un chico
haciendo concesiones ilícitas. Pero cuando no hay amor, esto puede retrasar la
ruptura, no la evita.
Y si ruptura
ha de llegar, es mejor que ocurra antes de la boda.
A la mujer,
ordinariamente, no le interesa el sexo si no va precedido del amor y
Que el chico
tenga momentos en que pierda la cabeza y quiera lo que no debe, es natural. Pero
si ella no quieres, no pasará nada. Y en estas ocasiones ella es mucho más
serena. Debes por lo tanto imponerte. Y no creas que por eso vas a perderle.
Aunque él se enfade, la cosa será pasajera. Si te quiere, volverá a ti.
Y si no
vuelve, es que no te quería a ti, sino que quería usar de ti para saciar sus
apetitos. Y quien te rebaja de esta manera, es indigno de ti. Ése, más vale que
se vaya. Si te casaras con él, no serías la reina, sino
Oye, además, lo que severamente dice
Jesucristo:
Si tu ojo,
tu mano o tu pie, son causa de escándalo, es decir, de pecado, arrójalos lejos
de ti, porque más te vale entrar con, sólo un ojo, una mano o un pie en el cielo
que con los dos ojos, las dos manos o los dos pies, ser arrojada al infierno.
Aplícalo a tu caso actual de relaciones: Más vale entrar sin novio en el reino
de los cielos, que con novio, ser arrojada al infierno. Sé una novia digna,
limpia y pura. No olvides, que tu novio, es únicamente un novio, que puede no
llegar a ser tu marido. Ámalo, sí con ilusión y cariño; pero sin mancharte.
Cuanto más cristiana y delicada seas en tus relaciones, más feliz serás el día
de tu boda, ¡más bella aparecerás ese día ante Dios y ante él...! No transijas.
¡Pura hasta el altar!
Defiende
con entereza tu castidad, y haz de
tus amores la más bella e ilusionada historia que un día puedas ofrecerles a tus
hijos, sin tener nada que ocultarles, ni nada de qué avergonzarte.
Que tus
hijas, al contarles tus amores, puedan decirte con orgullo y envidia: «¡Qué
hermoso es el amor así! ¡Nosotras también queremos ser unas novias tan buenas y
puras como tú...!»
¿Tendrás
valor para decirles que sean puras, si tú no lo fuiste. Piensa en tus futuros
hijos. Ellos, no es fácil que sepan cómo se desarrollaron las relaciones de sus
padres, pero sí que te verán a ti, su madre, con tus defectos y virtudes. Y
éstas no se improvisan.
Si fuiste
una novia intachable, serás sin duda alguna una madre ejemplar. Piensa en el
consuelo inmenso que tendrás, si algún día tu hijo te dice que su mayor ilusión
es encontrar una novia que sea como tú eres.
No olvides
que el encanto de la mujer, le viene de ser pura, recatada cuando es joven; y de
ser madre cuando es mayor.
Las dos
cosas se han reunido en María. Ella, Virgen y Madre. Ella,
Inmaculada.
Legiones de
jóvenes, puestos sus ojos en María, han conservado íntegro el tesoro de su
pureza.
Admirable y
encantador el ejemplo de Santa María
Goretti, que se deja matar antes de perder la castidad.
Y gracias a
Dios las «goretis» son muchas.
Recuerda a
Josefina Vilaseca y otras muchas
en España, menos conocidas pero no menos heroicas.
[1]
[2] RENÉ LAURENTIN:
Creo en Dios, IV. Ed. San
Pablo. Madrid. 1996
[3] DIARIO DE CÁDIZ del
22-I-99, pg. 24
[4] EDMUNDO ELBERT:
Problemas actuales de psicología, 2ª,
XI, Ed. Sal Terrae.
Santander
[5]
[6] Dr.
[7]
[8] E. CABALLERO: Revista
Siempre p’alante,363 (1º-IV-1998) 6
[9] Dr. GAUDEFROY: Estudios de sexología, III, 2, B, 2. Ed.
Herder. Barcelona
[10]
[11] JOSÉ ANTONIO
SAYÉS, Diario YA, 24-XI-87, pg. 17
[12] TIHAMER TOTH: Creo en Jesucristo, el Mesías, XXVI,2, A,
b. Ed. Atenas. Madrid.
[13] Revista ECCLESIA, 1434
(29-III-69)4
[14] Revista ECCLESIA,
1506(29-VIII-70)
[15] Dr. LÓPEZ IBOR: Libro de la vida sexual, pg. 156. (Edición
reducida)
[16] Dr. MERELO, sexólogo:
Protagonistas nosotros en Radio Nacional de España el 8 de mayo de
[17] Revista JANO, 308
(26-I-78)28
[18] Dr. JUAN ROF CARBALLO:
Sábado Gráfico 941 (14-VI-75) El Dr. Rof Carballo es uno de los principales
psiquiatras que hoy tenemos en España
[19] Revista ECCLESIA,
2462(10-II-90)13
[20] DIARIO DE CÁDIZ del
18-Vl-78, pg. 6
[21] Nuevo Catecismo de
[22] Diario El DÍA de San
Juan de Puerto Rico, 8-II-89, pg. 8
[23] Un mundo para ellos:
TVE, 9-XI-82
[24] Diario YA, 4-XII-84,
pg. 24
[25] Diario YA, 1-X-87, pg.
20
[26] Diario YA, 7-VI-86,
pg. 40
[27] Revista BLANCO Y
NEGRO, 20-XI-88, pg. 99
[28]
[29]
[30] BERNABÉ TIERNO:
Revista FAMILIA CRISTIANA, ( XII-1992 ) 66
[31] Dr. SHEED: Sociedad y sensatez, pg. 104. Ed. Herder.
Barcelona
[32] GUZMÁN
CARRIQUIRY: Algunas cuestiones de ética
sexual,VII, 4. Ed.BAC Popular, nº1.
Madrid
[33]
[34] PAOLO SARDI: Algunas cuestiones de la ética sexual, VIII,
2. Ed. BAC Popular, nº 1.
Madrid
[35] Sagrada Congregación
para
[36]
[37] Diario LA RAZÓN,
14-II-2003, pg.31
[38] ANA MOW: El secreto del amor matrimonial, 3ª, XVI.
Ed SAL TERRAE. Santander.
[39] JOSÉ Mª
CONTRERAS:Pequeños secretos de la vida en
común, II, 24.
Ed.Plaaneta+Testimonio
[40] Revista FAMILIA
CRISTIANA, 9 (X-94) 10
[41] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.:
Teología Moral para seglares, 2º, 2ª, I, nº
305. Ed. BAC. Madrid
[42] GUILLERMO SCHMIDT:
Amor matrimonio y familia, 3ª, I,
2. Ed. Difusión. Buenos Aires.
[43] SCHNEIDER: Educación católica de la familia, III, 1.
Ed. Labor. Barcelona
[44] LUIS RIESGO: Éste es el camino, VII, 1. Ed. SAN
PÍO X. Madrid. 1990.
[45] Nuevo Código de
Derecho Canónico, nº 1125
[46] G. HERBERT,
S.I.: Los Testigos de Jehová, su historia y
su doctrina, VI, 2, d. Ed. PPC. Madrid, 1973. Éste es uno de los
mejores libros para refutar con profundidad los errores de los Testigos de
Jehová
[47] Revista ECCLESIA,
24-IX-94, pg. 18
[48] ZENIT. Boletín
informativo del Vaticano en INTERNET del 2-II-2000:
ZS00020206
[49] AUGUSTO SARMIENTO:
39 Cuestiones doctrinales,III,5.
Ed. Palabra. Madrid. 1990.
[50] FRANCISCO DE LA VEGA,
S.I.: El amor no se improvisa, II,
1. Ed. Mensajero. Bilbao, 1972.
[51] DANTEC: Noviazgo cristiano, 1ª, V. Ed. Mensajero.
Bilbao. La primera lectura de este libro debería hacerse antes de ponerse en
relaciones. Orientará muchísimo. Tiene magníficas ideas. Después convendría
volver a leerlo durante el noviazgo.
[52] JOUVENROUX: Cuando se descubre el amor, VI, 8. Ed.
Nova Terra. Barcelona.
[53] BERNHARD HÄRING:
SHALOM: Paz, XVII; 3. Ed.
Herder. Barcelona. 1998.
[54] GINO ROCCA: No lo tengo claro, 2ª, III , 1. Ed.
Ciudad Nueva. Madrid. 1993.
[55] BERNHARD HÄRING: SHALOM: Paz, VII; 6. Ed. Herder.
Barcelona. 1998.
[56] Nuevo Catecismo de
[57] DANTEC: Noviazgo cristiano, 3º, III, C. Ed.
Mensajero. Bilbao
[58] JOSÉ ANTONIO
SAYÉS: Moral de la sexualidad, II.
B, 2. Ed. Tau. Ávila,
1988