IGLESIA

 

37.- La Iglesia Católica ha sido fundada por Jesucristo para la salvación de toda la humanidad.

 

37,1. Cristo fundó su Iglesia para que continuara su misión salvadora en la Tierra hasta el fin del mundo[1] .

«La hizo depositaria de toda su doctrina y de los demás medios de salvación que quiso dar a los hombres»[2] .

 

La Iglesia Católica es la única fundada por Cristo-Dios. Todas las demás Iglesias y religiones han sido fundadas por hombres.

 

La perpetuidad de la Iglesia Católica puede considerarse como un auténtico milagro. Podría decirse que es un milagro que un pobre aldeano, como era Jesucristo, sin más ayuda humana que doce pescadores ignorantes, y sin armas de ninguna clase, transformara un imperio tan poderoso como el Imperio Romano, derribara sus ídolos falsos, acabara con sus costumbres y con sus vicios, y lo hiciera caer de rodillas adorando a un judío ajusticiado en un patíbulo.

 

El Imperio Romano ha sido el imperio más poderoso que ha conocido la Historia.

El dominio universal de Roma duró 1.200 años.

Pues bien, en el momento cumbre de su poderío, no sólo no pudo evitar que se extendiera el cristianismo, sino que a pesar de sus diez sangrientas persecuciones -que duraron, con altibajos, 249 años y en las que murieron más de 100.000 mártires[3] -, había el cristianismo adquirido tanta fuerza que en el Edicto de Milán (febrero del año 313), el paganismo dejó de ser la religión oficial del Imperio Romano y se concedió la paz a la Iglesia.

 

Más tarde, el Emperador Teodosio el Grande, español de nacimiento, en el 380[4]  constituyó el cristianismo en religión oficial del Imperio Romano. ¿No es esto maravilloso y único?

 

Y esto predicando una doctrina completamente opuesta a las pasiones humanas. La Iglesia Católica predica el perdón, el desprendimiento de los bienes materiales y la pureza de costumbres[5] .

  

    Hoy, «terminada la persecución sangrienta del comunismo, la hostilidad persiste por parte de ciertas mayorías parlamentarias y de muchos medios de comunicación que, a través de algunas leyes, de la prensa, del arte y de las pantallas de todo tamaño, inculcan a las multitudes cristianas y no cristianas criterios, valores y conductas diametralmente opuestas a las enseñanzas seculares de la IGLESIA. Y ésta, inexplicablemente, sobrevive, se purifica y se expande hoy como ayer»[6].

 

«Hoy, en los países democráticos, prosigue la persecución, si bien con otras formas más civilizadas, pero no menos eficaces.

»No se trata de crear mártires, sino apóstatas.

»No de quitar la vida, sino de esfumar poco a poco la fe.

»Para ello utilizan todos los medios, desde la educación, mediatizando los derechos de los padres a elegir el tipo de educación de sus hijos, hasta los medios de comunicación social: revistas, prensa, cine, radio, televisión, etc., que presentan como progresistas e imitables actitudes y conductas opuestas a la moral cristiana: amor libre, infidelidad conyugal, relaciones sexuales prematrimoniales, aborto, divorcio, homosexualidad, agnosticismo, ateísmo, etc.

»Saben muy bien que la corrupción de costumbres asfixia la fe»[7] .

 

Con razón León XIII llama a la Iglesia, en su encíclica Inescrutabili,  “Madre de la Civilización” pues no hay ninguna institución en el mundo, en el campo de la cultura, que merezca tanta gratitud de la Humanidad como la Iglesia Católica. Y Fallmeyer: “La Europa occidental es creación de la Iglesia latina”[8] .

 

La abolición de la esclavitud comienza con la carta de San Pablo a Filemón.

En aquel tiempo era inconcebible que alguien tratara a un esclavo como a un hermano, como recomienda San Pablo.

 

A partir del año 313, cuando el cristianismo pasa a ser la religión oficial del Imperio Romano, aparecen las primeras leyes a favor de los esclavos; y fue durante la Cristiandad de la Edad Media cuando la esclavitud que se había conocido hasta entonces fue dando paso a la servidumbre del sistema feudal.

En 1537 el Papa Pablo III publicó una Bula prohibiendo la esclavitud de los indios.

 

No hay en el mundo nada más grande que la Iglesia Católica.

A pesar de las terribles persecuciones que ha padecido, en los casi dos mil años que lleva de existencia, siempre ha triunfado.

No ha habido religión más perseguida, ni tampoco más victoriosa. Los grandes imperios y los crueles perseguidores han pasado, pero ella sigue en pie.

 Es que Cristo le prometió que duraría hasta el fin del mundo, y que los poderes del infierno nunca podrían vencerla[9] . La Iglesia podrá ser combatida, pero jamás será vencida.

La promesa de la protección de Cristo se refiere no sólo de los enemigos externos, sino también de los internos, como serían las desviaciones doctrinales.

 

Muchos perseguidores de la Iglesia han afirmado que acabarían para siempre con ella. Sin embargo, ellos fueron los que acabaron; no la Iglesia. Lo mismo ocurrirá con todos los perseguidores del presente y del futuro.

 

Los emperadores romanos, Nerón, Decio y Diocleciano, martirizaron a miles de cristianos.

Ellos tres están en la tumba, y el cristianismo sigue en pie dos mil años después.

 

También Hitler y Stalin quisieron acabar con el catolicismo. Ellos están en la tumba, y la Iglesia Católica sigue en pie.

 

Lo mismo pasará con los que hoy combaten a la Iglesia en España. Todos ellos irán a la tumba y la Iglesia quedará en pie, pues Cristo ha prometido que ella durará hasta el fin de los tiempos; y contra Dios no puede nadie.

 

«Es aterrador contemplar que la mayoría de los hombres viven al margen de sus deberes religiosos. Muchísimos lo niegan con descaro; otros muchos lo olvidan.

» ¿Cuántos son los hombres que ponen a Dios en su sitio?

»¿Cuántos son los que le aman sobre todas las cosas, como manda el primer mandamiento?[10] .

»La mayoría de los hombres no tienen para con Dios otra cosa que frialdad, apatía e indiferencia.

»Incluso se llega a combatir a Dios, a declararle abiertamente la guerra. Se intenta destronarlo y arrancarlo de las inteligencias y de los corazones. Se hace burla de Él y de sus leyes. Se le insulta y se le blasfema»[11] .

 

El que odia a Dios le niega con los labios y le confiesa con el corazón; porque lo que no existe no se puede odiar. Lenin decía que él odiaba a Dios como a un enemigo personal[12] .

En Rusia, después de 70 años de comunismo ateo en el poder, «persiste la fe religiosa de millones de seres contra quienes se ha usado toda suerte de métodos para arrancársela: muerte, prisión, Gulag, ucases, propaganda, educación y coacciones sociales y políticas en carreras, empleos y promociones»[13] .

Solamente el 20% de la juventud se reconoce atea[14] .

«La tercera parte de los ciudadanos de la URSS practican, en cierta medida, el cristianismo»[15] .

 

Incluso Stalin, que ha sido uno de los más feroces perseguidores de la idea de Dios en nuestro tiempo, no pudo evitar el que se hiciera cristiano el número uno del Kremlin, Georggi Malenkov[16] .

Y que su hija Svetlana se bautizara en 1962, a los 38 años de edad, y que dijera: «Cuando me hice mayor me di cuenta de que es muy triste vivir sin Dios en el corazón»[17] . Desde 1993 es religiosa en Italia[18] .

 

Eduardo Shevardnadze, antiguo Ministro de Asuntos Exteriores de la URRS y ateo, como cualquier comunista, se ha convertido al cristianismo y se ha bautizado. Ha colocado en su despacho un icono de la Santísima Virgen[19].

 

Según el diario soviético «Sovietsa Ya Kirghizia» la persistencia de los sentimientos religiosos en la URSS comienza a ser un serio problema político. «La favorable acogida de la religión por parte de los comunistas y la juventud del Komsomol suscita particular inquietud»[20] .

Ya en 1986 el Dr. Luka Brajnovic dijo: «A pesar de la propaganda ateísta generalizada, existe un renacimiento religioso, especialmente entre los jóvenes».

El propio Director del Instituto del Ateísmo Científico de la Academia de Ciencias de Moscú, Víctor Ivanovich Gorodash, reconoce que «últimamente ha aumentado notablemente el número de creyentes con título universitario y académico.

»La gente joven cada vez se interesa más por las cuestiones religiosas. Las iglesias en nuestro país están frecuentadas por muchos jóvenes y personas cultas, signo evidente de que la fe religiosa, a los 70 años de la revolución de octubre, y contrariamente a todas las previsiones, no se ha apagado»[21] .

 

Tatiana Gorisschewa, Catedrática de Filosofía en la Universidad de Leningrado, y militante del Partido Comunista ruso, se convirtió al catolicismo al conocer que Dios es Padre Perdonador.

 

Fue muy curiosa la foto que publicó ABC[22] en la que el ex-presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, está besando a su esposa Raisa, recién fallecida, y sobre el cadáver de ella hay un icono de la Santísima Virgen. Este detalle indica la fe que lucía en el fondo de sus corazones, a pesar de los muchos años que este matrimonio vivió bajo el régimen comunista ateo.

 

Recientemente, en los años 1990-1991, hemos visto derrumbarse el comunismo en todas las naciones del Este Europeo, y resurgir la religión después de setenta años de persecución religiosa sangrienta en la Unión Soviética. Durante la revolución bolchevique fueron asesinados 200.000 religiosos[23] .

 

Según Curtois en su libro El libro negro del comunismo, las víctimas directas del comunismo llegaron a ochenta y cinco millones[24].

 

En la guerra civil española (1936-39) de los «casi diez mil mártires» (pg. 193), «casi siete mil eclesiásticos y unos tres mil seglares» (pg.356) asesinados por los marxistas, doscientos veintinueve han sido beatificados por Juan Pablo II[25].

 

El 11 de marzo del año 2001 Juan Pablo II beatificó otros 233 nuevos mártires de la persecución religiosa del año 1936 en España.

En la ceremonia de beatificación dijo lo siguiente: «Eran hombres y mujeres de todas las edades y condiciones: sacerdotes diocesanos, religiosos, religiosas, padres y madres de familia, jóvenes seglares. fueron asesinados por ser cristianos. Pagaron con su sangre el odio a la fe y a la Iglesia. No estuvieron implicados en luchas políticas.

 Murieron únicamente por motivos religiosos»[26] .

 

Vicente Cárcel ha publicado una documentada historia de esta persecución.

Todos estos mártires fueron asesinados por ser católicos.

Ninguno luchó con armas contra nadie.

Fueron testigos de la fe, pues sufrieron el martirio a causa de su fe. Otros fueron víctimas de una represión política y venganzas personales.

 

 «La persecución religiosa fue anterior al 18 de julio de 1936, no sólo por la quema de iglesias y conventos en mayo de 1931, sino también por el asesinato de sacerdotes y religiosos en la revolución comunista de Asturias en octubre de 1934» (pg. 16).

»La prensa de aquellos años demuestra que quienes empezaron los atentados fueron los socialistas» (pg.17). «Los rojos pretendían descristianizar a España»: Cardenal Tarancón (pg.275).

»La saña antirreligiosa de los milicianos llegó a aberraciones como fusilar la imagen del Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles en Madrid, y la exhibición pública de ataúdes abiertos con los esqueletos de las monjas salesas en Barcelona. Estas fotos las publicó la prensa mundial (pg.236).

»Con la expulsión de los jesuitas Azaña «consiguió evitar la disolución de las órdenes religiosas entregando sólo a los jesuitas al paladeo de los masones», dijo el ministro republicano Claudio Sánchez Albornoz (pg.72).

 

El cardenal Swiatek arrestado por la KGB, encerrado en la prisión de Minsk y diez años de trabajos forzados en Siberia dice: Stalin eliminó el 90% de los sacerdotes[27] .

Por orden de Stalin siete millones de ucranianos murieron de hambre, sólo por el hecho de ser católicos[28] .

 

En la Rusia soviética se cerraron catorce mil templos[29] .

En Moscú, sólo en un año, (1935), se imprimieron once millones de libros ateos[30] .

Pero el comunismo no ha podido con la fe. Contra Dios, no puede nadie.

El 3 de Septiembre de 1997 se inauguró en Moscú la nueva catedral de El Salvador, en el mismo lugar donde estaba la que dinamitó Stalin en 1931 en su campaña contra la religión.

La nueva catedral, copia perfecta de la antigua, se ha levantado en dos años y medio, mientras que la antigua se tardó en construir cuarenta y cuatro años[31] .

 

 «El gran error del marxismo fue creer que la actitud religiosa no era más que un fenómeno del medio. (...) Sin embargo, en setenta años, las nuevas condiciones del medio [en la Unión Soviética] no han podido hacer desaparecer el fenómeno religioso. (...) Porque no es del medio sino de las entrañas de la persona de donde procede el fenómeno religioso»[32] .

 

Chesterton habla de «las cinco muertes de la fe»: el arrianismo, el gnosticismo, la filosofía nominalista, el renacimiento pagano y el indiferentismo religioso de hoy. Pero la Iglesia siempre ha renacido, porque Dios sabe cómo salir de la tumba. «Según todas las apariencias la fe dejó de reinar en el mundo. Dicho de un modo más vulgar, la fe fue echada a los perros. Pero en cada uno de estos casos no pereció la fe, sino que perecieron los perros»[33] .

 

37,2. No hay que confundir lo que llamamos la iglesia del pueblo (que es el templo, es decir, el lugar donde se reúnen los católicos para sus actos religiosos), con la Iglesia Católica (que es el Pueblo de Dios formado por el conjunto de todos los católicos del mundo entero bajo la autoridad del Romano Pontífice)[34] .

Los católicos formamos una gran familia porque, por la fe y el bautismo, hemos sido hechos hijos de Dios y hermanos de Jesucristo.

 

37,3. Jesucristo fundó una sola Iglesia: «Habrá un solo rebaño y un solo Pastor»[35]

Esta Iglesia es la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Todas las demás Iglesias y religiones están equivocadas.

Unas, porque no reconocen al verdadero Dios -como el Budismo-; otras, porque se separaron de la Iglesia verdadera -como el Protestantismo-.

 

Debemos rezar por los no católicos, para que se conviertan, y ellos y nosotros nos unamos en la única y verdadera Iglesia de Cristo que es la Católica.

 

Algunos dicen que Cristo no pretendió fundar una Iglesia. Entonces, ¿por qué reunió los Apóstoles y les mandó a predicar por todo el mundo? ¿Por qué le dijo a Pedro que él sería la piedra fundamental de su Iglesia?

 Decir que Cristo no pretendió fundar una Iglesia es tan ridículo como decir que no quiere fundar una familia uno que compra una casa, contrae matrimonio y tiene muchos hijos.

 

En el decreto del Concilio Vaticano II sobre el ecumenismo, en el que se dan normas a los católicos para que traten con comprensión y cordialidad a los hermanos separados, se dice que el deseo de unión no debe llevarnos a callar o disimular las discrepancias:

«Es totalmente necesario que se exponga con claridad toda la doctrina. Nada es tan ajeno al ecumenismo como el falso irenismo que pretendiera desvirtuar la pureza de la doctrina católica, y oscurecer su genuino y verdadero sentido»[36] .

 

Por eso vamos a ver aquí las razones por las cuales creemos que la Iglesia Católica es la que Cristo fundó, mientras que las Iglesias Protestantes no reúnen las condiciones necesarias para ello. No con ánimo de ofender a los que son protestantes, sino con el deseo de exponer a todos la verdad.

 

Según el Primer Concilio de Constantinopla, celebrado el año 381, la Iglesia, tal como la fundó Jesucristo, tiene cuatro notas características, es decir, cuatro señales distintivas, que son cuatro propiedades esenciales que, todas juntas, son exclusivas y manifestativas de la verdadera Iglesia de Jesucristo.

 Estas señales distintivas, estos atributos, son: unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad[37] .

 

37,4. Es decir, según la mente de Cristo, su Iglesia debe ser:

 

UNA: Jesucristo no fundó más Iglesia, que la que fundó sobre San Pedro: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra (San Pedro) edificaré mi Iglesia»[38] . Jesucristo habla en singular, es decir, de una sola Iglesia.

 

«En el mundo semita el nombre es la persona misma. (...) Cambiar el nombre era indicio de imponerle otra personalidad»[39] .

 

En la lengua aramea, que Jesús hablaba, Pedro y piedra se dicen con la misma palabra: Kefá. Jesús hace un juego de palabras para expresar que Pedro es la piedra fundamental de su única Iglesia.

 

Como dice San Jerónimo, Mateo escribió en arameo, y en arameo Kefá significa roca.

Se trata, naturalmente, de una piedra grande, de una roca; pues sobre una piedrecita no se puede edificar nada.

 

La autenticidad de estas palabras ha sido negada de diversas maneras por críticos protestantes. Pero recientemente el célebre teólogo protestante Oscar Cullmann, la ha confirmado de la manera más convincente[40] .

«Nadie acepta hoy la teoría de la interpolación posterior, por su carácter semítico y porque aparece en todos los códices»[41].

 

Cristo cambió a Pedro su nombre de Simón por el de Pedro, piedra, roca  (kefá)  porque lo iba a hacer fundamento de su Iglesia.

Cuando en la Biblia Dios cambia el nombre de alguien es porque esta mutación es efectiva de lo que el nombre significa[42] .

 

Jesucristo quiere ser el único Pastor del único rebaño que es su Iglesia[43] .

Este rebaño se lo entregó a San Pedro antes de partir de este mundo[44] 

Y ya nos advirtió Él que todo reino desunido no subsistirá, se arruinará[45] ; es decir, que si la Iglesia debe  permanecer hasta el final de los siglos, debe permanecer una.

 

SANTA: Santificar -o dar la vida de gracia- fue el primer objetivo de la venida de Cristo[46] , y por lo tanto santificar es el primer objetivo de la Iglesia[47] , que lo hace por medio de los sacramentos.

 

Dice San Pablo que «Cristo amó a su Iglesia y se sacrificó por ella para santificarla..., para hacerla santa»[48] . «Cristo nos  eligió para que seamos santos»[49] .

 «Ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación»[50] . El mismo Jesucristo dijo que Él había venido «para que el mundo se salve»[51] . «He venido, dice el Señor, no para juzgar al mundo, sino para salvarlo»[52] .

Al enviar a sus Apóstoles por el mundo les dijo: «Id y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todas las cosas que Yo os he mandado»[53] . «Predicad a todas las criaturas: el que creyere y se bautizare, se salvará; pero el que no creyere, será condenado»[54] .

 

La Iglesia fundada para llevar los hombres a la gloria debe ser santa, porque el camino de la salvación es la santificación.

 

CATÓLICA: El nombre de católica se remonta a principios del siglo II[55] . La empleó San Ignacio de Antioquía, discípulo del apóstol San Juan.

 

«Católica» significa «universal»[56] : Jesucristo fundó su Iglesia para todos los hombres y para todos los tiempos: «Predicad a todas las gentes»[57] , «por todo el mundo»[58] , «Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos»[59].

 

Esto evidentemente supone que los Apóstoles tendrían sucesores, pues ellos, en su corta vida, ni podían predicar por todo el mundo y a todas las criaturas, ni iban a vivir hasta el fin del mundo.

 

APOSTÓLICA: La Iglesia verdadera tiene que entroncar con los Apóstoles, en quienes Cristo fundó su Iglesia[60] . A ellos dio su potestad: «Yo os envío a vosotros»[61], «quien a vosotros oye a Mí me oye»[62] .

 

 

37,5. Evidentemente Jesucristo fundó su Iglesia para que permaneciera hasta el fin de los tiempos: «Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos» [63]

Esto quiere decir que la Iglesia fundada por Cristo es indefectible.

Durará hasta el último día, y permanecerá tal como fue constituida por Cristo. Si ella llegara a desaparecer, o si se transformara en otra distinta, la asistencia de Cristo habría faltado, o Cristo habría sido impotente.

 

Pues, bien, la Iglesia Católica es la única que tiene las cuatro señales distintivas que Cristo puso en su Iglesia.

 

37,6. La Iglesia Católica es UNA en su doctrina, en su gobierno y en sus sacramentos[64] .

 

Unidad de fe: nuestro Credo es el mismo desde hace dos mil años.

 

Unidad de doctrina, creída unánimemente por los mil millones de católicos, de todas las razas, culturas, lenguas y regiones del mundo entero.

 

Unidad de gobierno, con una Cabeza Universal: el Romano Pontífice.

 

Unidad de sacramentos, que son exactamente los mismos para los católicos de todo el mundo.

 

Unidad de doctrina de todos los Obispos unidos al Papa.

Esta unidad no se rompe aunque algunos la abandonen.

La unidad está en los unidos a la Cátedra de Pedro.

La unidad en lo esencial no impide la variedad en lo accidental.

 

«Los hermanos separados, sin embargo, ya particularmente, ya sus comunidades y sus Iglesias, no gozan de aquella unidad que Cristo quiso dar a los que regeneró y convivificó en un cuerpo y en una vida nueva»[65].

 

«Estas Iglesias y comunidades eclesiales, por la diversidad de su origen, de su doctrina y de su vida espiritual, discrepan bastante, y no solamente de nosotros, sino también entre sí»[66] . No se ponen de acuerdo ni siquiera en el número de los sacramentos[67] .

 

La libre interpretación de la Biblia de los protestantes, lleva naturalmente a multitud de errores, herejías y a la desunión.  De ahí que haya más de 2.000 denominaciones protestantes, catalogadas  en el Oxford University Press World Christian Encyclopedia[68].

 

La interpretación individual de la Biblia lleva a un subjetivismo arbitrario que hace prácticamente imposible la unidad de doctrina.

 

Entre ellos reina un tremendo desbarajuste doctrinal sobre lo que hay que creer o no creer[69].

 

En cambio, el Magisterio de la Iglesia, lleva a la unión.

Esta unión de doctrina se lleva a cabo mediante la autoridad infalible del Papa y de los Concilios.

Todos los Concilios son doctrina de la Iglesia; pero el Concilio Vaticano II es especialmente el Concilio de la Iglesia, porque hizo de la Iglesia el objeto central de sus deliberaciones.

Por lo mismo el Concilio Vaticano I fue el Concilio del Papa, Trento el de la Contrarreforma, Éfeso el de la Virgen y Calcedonia el de Cristo.

 

Las denominaciones protestantes son independientes unas de otras.

Las Iglesias Protestantes de hoy vienen de Lutero, Calvino y Enrique VIII[70] 

Del luteranismo salieron las Iglesias Evangélicas Reformadas.

Del calvinismo, los Presbiterianos y los Mormones.

De los Anglicanos salieron los Metodistas, los Episcopalianos, los Pentecostales, los Bautistas, los Adventistas, y de éstos los Testigos de Jehová[71] .

 

Entre los protestantes hay muchísimas divisiones en la determinación de cuáles son los puntos fundamentales que hay que creer. No se ponen de acuerdo ni en el número de los sacramentos, ni en la eternidad del infierno , ni siquiera en la divinidad de Jesucristo[72].

 

Recientemente se ha despertado en el protestantismo un movimiento de unión, pues comprenden que Cristo estableció la unidad de su Iglesia.

 

Ha surgido en ambientes protestantes el deseo de un Magisterio que unifique la enorme disparidad de opiniones entre los protestantes.

 

Así se lo oí en una conferencia en El Puerto de Santa María, el 10 de Enero de 1998 al P. Eduardo López Azpitarte, S.I. Profesor de la Facultad Teológica de Granada.

 

Este movimiento suscitado en el protestantismo hay que agradecerlo a Dios, porque puede ser el camino eficaz para llegar a la unidad que Cristo pidió al Padre para su Iglesia[73] .

El Concilio ha reconocido que es un movimiento «inspirado por el Espíritu Santo»[74] 

 

Debemos orar mucho para que pronto sea una realidad el deseo de Jesús: que todos los que creemos en Él formemos «un solo rebaño con un solo pastor»[75] .

 

En la Alta Iglesia Anglicana se cree que la Santísima Virgen es Madre de Dios, tienen imágenes de Ella en sus iglesias, y se le canta la misma Salve que los católicos.

 

Recientemente ha habido una aproximación entre católicos y luteranos.

El día 2 de noviembre de 1999 firmaron en Augsburgo, el Cardenal Edward Cassidy, en nombre de la Iglesia católica, y el obispo luterano Christian Krause, en nombre de la Federación Luterana Mundial, un documento conjunto sobre la doctrina de la justificación.

En él se dice en ANEXO, 2, c:

«c) La justificación tiene lugar sólo por gracia». Pero: «La obra de la gracia de Dios no excluye la acción humana».

 

Y en el texto de la DECLARACIÓN:

 

»27. En la interpretación católica también se considera que la fe es fundamental en la justificación. Porque sin fe no puede haber justificación.

 

»37. Juntos confesamos que las buenas obras, una vida cristiana de fe, esperanza y amor, surgen después de la justificación y son fruto de ella. (...) Tanto Jesús como los escritos apostólicos amonestan al cristiano a producir las obras del amor.

 

»38. Según la interpretación católica, las buenas obras, posibilitadas por obra y gracia del Espíritu Santo, contribuyen a crecer en gracia para que la justicia de Dios sea preservada y se ahonde la comunión en Cristo. Cuando los católicos afirman el carácter “meritorio” de las buenas obras, por ello entienden que, conforme al testimonio bíblico, se les promete una recompensa en el cielo. Su intención no es cuestionar la índole de esas obras en cuanto don, ni mucho menos negar que la justificación siempre es un don inmerecido de la gracia, sino poner el énfasis en la responsabilidad del ser humano por sus actos.

 

»40. La interpretación de la doctrina de la justificación expuesta en la presente declaración demuestra que entre luteranos y católicos hay consenso respecto a los postulados fundamentales de dicha doctrina»[76].

 

 El Papa Juan Pablo II, en su tradicional cita dominical con los miles de peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, dijo de este documento: «Si bien la declaración no resuelve todas las cuestiones relativas a la enseñanza de la doctrina de la justificación, expresa un consenso sobre verdades fundamentales de esta doctrina»[77] .

 

«La unidad de la Iglesia no excluye en ella una legítima diferenciación»[78] .

«Dentro de la comunión eclesiástica existen, legítimamente, Iglesias particulares que gozan de tradiciones propias»[79] , permaneciendo fieles al Magisterio de la Iglesia; pues ha habido algunas disensiones en el seno de la Iglesia que han producido rupturas de la comunión eclesial. «Los fieles deberían apartarse de los pastores que se desviaran»[80] .

 

37,7. La Iglesia Católica es SANTA en su doctrina, en su moral, en sus medios de santificación -los sacramentos- y en sus frutos. No quiere esto decir que todos los católicos sean santos. Esto es imposible, dada la libertad humana[81] .

 

La Iglesia condena la mala conducta de toda persona.

Precisamente los malos, lo son por no cumplir lo que manda la Santa Iglesia Católica.

No se puede atribuir a la Iglesia los pecados de los malos católicos.

No es la fruta podrida caída de un árbol sino la madura que cuelga de sus ramas lo que manifiesta la bondad de ese árbol.

«Cristo no fundó su Iglesia para reunir santos, sino para formarlos»[82] .

 

«Es incomprensible, en los que acusan a la Iglesia, que habiendo en ella tanta grandeza, sólo se fijen en lo malo. Esto es tan ridículo como si a un  árbol cuajado de frutos se le condenara por alguna fruta que yace podrida en el suelo.

 

«De los Papas que ha tenido la Iglesia, solamente tres no han cumplido con las obligaciones de su cargo.

»Pero los enemigos de la Iglesia continuamente están haciendo alusión a ellos, pero nada dicen de treinta y un Papas que murieron mártires, y de los ochenta que llegaron a santos»[83] .

 

»A los que se me acercan acusadores, yo les digo: “Enséñame otra Iglesia que tenga más mártires que hayan dado su sangre por Cristo, más misioneros que hayan proclamado el Evangelio, más mujeres que se hayan consagrado al servicio de los pobres y enfermos”, y se quedan callados»[84] .

 

Si para entrar en la Iglesia católica hubiera que ser santo, pocos podrían entrar.

 

Dice San Cipriano: «Aunque la cizaña aparece en la Iglesia (...) nosotros debemos procurar ser grano bueno, a fin de que cuando llegue el momento de recoger el grano bueno en los graneros del Señor, recibamos una recompensa apropiada»[85] .

 

«En la historia de la Iglesia se entrecruzan luces y sombras.

»La Iglesia ha reconocido siempre que ella, a pesar de ser una comunidad santa, acoge en su seno a hombres pecadores.

»Todos los miembros de la Iglesia están sometidos a la tentación, a la infidelidad y al pecado»[86].

 

Los malos católicos no son malos por ser católicos, pues la Iglesia quiere que sean buenos.

 

«La finalidad de la Iglesia es hacer santos»[87] , por eso los que han vivido la plenitud del catolicismo han sido unos santos, unos héroes, unos bienhechores de la humanidad. Basta citar nombres como San Vicente de Paúl, San Raimundo de Peñafort, San Pedro Nolasco, San Pedro Claver, San Juan de Dios, San Juan Bosco ...,  y tantos otros miles de santos que la Iglesia venera en los altares. La Iglesia Católica es admirable por la grandeza de sus santos, el celo de sus misioneros, y el heroísmo de sus mártires. 

 

La Iglesia Católica es la institución del  mundo que, a lo largo de la historia, ha hecho más obras de caridad (asilos de ancianos y huérfanos, atención a enfermos y leprosos,etc.), y ha tenido más personas que han consagrado su vida totalmente a Dios (sacerdotes y religiosas), y ha ofrecido más sangre por amor a Cristo (centenares de miles de mártires).

 

No negamos que pueda haber protestantes virtuosos de buena fe, porque los hay ; pero el principio protestante de que las buenas obras no son necesarias para salvarse, lleva, naturalmente, al indiferentismo y frialdad religiosa.

 

Los protestantes dicen que la Iglesia Católica se corrompió a partir de Constantino hasta que llegó Lutero con su reforma.

A parte de que esto no es cierto, aun admitiendo defectos en elementos de la Iglesia, si fuera verdad que la Iglesia Católica dejó de ser la verdadera Iglesia de Cristo, entonces Él hubiera faltado a su promesa: «Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos, y las puertas del infierno no prevalecerán»[88].

 

La promesa de Cristo garantiza que la Iglesia no puede fallar cuando señala el camino de la salvación.

 

Cristo no dijo que en su Iglesia no habría defectos, sino que vencería al MAL. El MAL no podría contra ella.

 

37,8. La Iglesia Católica es UNIVERSAL, no tiene fronteras, está abierta a todos los hombres. Su mensaje de salvación se dirige a todas las gentes.

«El primero en aplicar el adjetivo de «católica» a la Iglesia, al principio del siglo II, fue San Ignacio de Antioquía»[89].

 

La Iglesia Católica se ha extendido por todas las regiones de la Tierra.

El catolicismo es practicado por gente de todas las razas y de todas las nacionalidades.

En el Concilio Vaticano II (1962-1965) se reunieron más de dos mil quinientos Obispos de cien nacionalidades distintas[90] .

 

No hay lugar en el mundo donde no haya alguna obra de arte o símbolo del catolicismo.

 

Para pertenecer a la Iglesia Católica no es necesario ser de un determinado pueblo, civilización, raza o clase social.

En la Iglesia Católica no hay razas, ni «color», ni naciones, ni partidos, ni clases sociales.

 

La Religión Católica es la más universal.

Está a la cabeza de todas las religiones del mundo.

Según la última estadística de la Iglesia Católica (I.C.I.A., Roma), ésta es la pertenencia a las religiones más numerosas:

 

                  Católicos:                   1.061[91] millones
                        Musulmanes:                 920   " 

                  Hindúes:                         705   "

                  Protestantes:                  669  "

                  Budistas:                         323  "

                  Confucianos:                   321  "

                  Ortodoxos:                      200  "

                  Judíos:                               18  "

 

De los seis mil millones de habitantes de la Tierra[92] , el 18% son católicos.

En Europa asciende al 40%, y en América del Sur al 89%[93] .

«La Iglesia Católica no está todavía suficientemente implantada en todos los pueblos de la Tierra.

 

La voluntad de Cristo es, sin embargo, que se establezca en ellos para que todos los hombres y mujeres de todos los pueblos tengan acceso a la salvación.

Por eso la Iglesia tendrá que ser siempre misionera, y todos los cristianos están obligados a colaborar en esta acción misionera evangelizadora de la Iglesia»[94] .

 

Las Iglesias protestantes son de escasas proporciones comparadas con la Iglesia Católica. Una Iglesia pequeña no puede ser la verdadera Iglesia de Cristo.

 

Esta universalidad de la Iglesia Católica, no sólo se extiende a todos los hombres de todos los tiempos, de todas las razas y de todas las clases sociales.

También se manifiesta en su amplitud: abarca la Biblia y la Tradición, a Jesús y a María, la fe y las obras, la razón y la revelación, los dogmas y los misterios, la justicia de Dios y su misericordia, etc., etc.

En cambio, las herejías protestantes son excluyentes: sólo la Biblia, no la Tradición; sólo Cristo, no María; sólo la fe, las obras no valen, etc.[95] 

 

37,9. La Iglesia Católica es APOSTÓLICA, tiene sus raíces en los Apóstoles. El Papa -nuestro Jefe- entronca en perfecta y jamás interrumpida concatenación con San Pedro -Jefe de los Apóstoles-.

 

Los Papas han sido legítimamente elegidos por la Iglesia con la garantía de su fidelidad a la fe recibida de los Apóstoles[96] .

El Papa es el  legítimo  sucesor  de  San  Pedro

 

El Cardenal John Newman, uno de los ingleses más influyentes del siglo XIX, después de veinte años como pastor protestante, se convirtió al catolicismo al estudiar a fondo este punto.

León XIII lo hizo cardenal en 1879 debido a sus méritos, y Juan Pablo II tiene en estudio su causa de beatificación por sus virtudes heroicas. Murió en Birmingham (Inglaterra) en 1890[97] .

 

El protestantismo nació con Lutero 1500 años después de Cristo. Martín Lutero nació en Eisleben, pequeña ciudad de Turingia, el 10 de noviembre de 1483. Murió el 18 de febrero de 1546 en su ciudad natal.

 

Herejías ha habido siempre: priscilianos, docetas, donatistas, valdenses, etc Pero han sido independientes unas de otras.

Aunque algunas hayan coincidido en algunos de sus errores, no por eso han dejado de ser independientes entre sí.

Basta estudiar su historia para ver que no han tenido unidad en su doctrina, ni continuidad en su gobierno, ni han formado una sola comunidad en el tiempo. En lo único en que coinciden todas es en haberse separado de la verdadera doctrina de Cristo, y de la autoridad del legítimo sucesor de San Pedro.

 

En la historia de la Iglesia Católica hay célebres predicadores de los siglos I y II, como Clemente Romano (año 96), Ignacio de Antioquía (año 107), Policarpo de Esmirna ( año 110), Ireneo de Lyon (año 185), etc. . Ninguna Iglesia protestante puede presentar documentación de su presencia en aquellos primeros siglos del cristianismo.

 

Voy a poner aquí el nombre, el lugar de origen, el fundador y la fecha de las principales Iglesias Protestantes:

   

NOMBRE

Luteranos

Anglicanos

Presbiterianos

Bautistas

Episcopalianos

Metodistas

Mormones

Adventistas

Teosofismo

Testigos de Jehová

ORIGEN

Alemania

Inglaterra

Escocia

Ámsterdam

EE.UU.

Oxford

EE.UU.

EE.UU.

EE.UU.

EE.UU.

FUNDADOR

Martín Lutero

Enrique VIII

Juan Knox

Juan Smyth

Samuel Seabury

Juan Wesley

José Smith

William Mill

Blavatski-Steel

Carlos Russell

AÑO

1517

1534

1560

1605

1785

1739

1830

1860

1875

1879

 

El Cisma de Oriente se consumó en 1054 por obra de Cerulario que murió en 1058. La había iniciado Focio, Patriarca de Constantinopla, en el año 863. Focio murió el año 897. Quisieron establecer en Constantinopla el Primado de la Iglesia al trasladar allí su corte Constantino.

 

37,10. Si la Iglesia Católico-Romana es la única que tiene estas señales distintivas de unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad[98] , ella será la única realmente fundada por Cristo.

Ahora bien, Cristo fundó su Iglesia sobre Pedro, como piedra fundamental.

Si Pedro es el fundamento, él debe vivir en sus sucesores.

 

Se llama ROMANA porque el Papa está en Roma. Pero además del rito romano hay otros ritos católicos como el bizantino, el copto, el armenio, el caldeo, etc.

 

El fundamento no puede desaparecer sin que se derrumbe el edificio que soportaba.

El tiempo que dure la Iglesia será igual al tiempo que ella permanezca sobre su fundamento[99] .

Por eso dijo San Ambrosio: «Donde esté Pedro, ahí está la Iglesia de Cristo»[100] .

 «Lo que Cristo instituyó en el Apóstol Pedro, es menester que dure perpetuamente en la Iglesia»[101] .

 

Ese fundamento es la autoridad.

Una sociedad sin autoridad se desintegra.

«Sin autoridad se frustra la sociedad»[102] .

«La autoridad es un elemento esencial en toda sociedad; la cual, sin ella, se desmorona y acaba por desaparecer en la anarquía»[103].

Todo grupo, para subsistir, necesita organizarse.

Y toda organización necesita una autoridad al servicio del bien común[104] . La autoridad da unidad, cohesión y eficacia a todo grupo humano[105] .

 

Dice Ortega y Gasset: «sin alguien que mande, y en la medida que ello falte, reina en la humanidad el caos»[106] . (...) «Obedecer no es envilecerse, sino, al contrario, estimar al que manda y seguirlo solidarizándose con él»[107] 

 

«Toda sociedad se compone de un conjunto de seres racionales y libres que de una manera estable, y bajo la dirección de una autoridad, se propone la realización de un fin.

»En toda sociedad es necesaria la autoridad que la dirija para poder conseguir el fin para el cual fue constituida.

»Puesto que Dios ha creado a los hombres sociables por naturaleza, y como ninguna sociedad puede subsistir sin autoridad que la dirija al bien común, esta autoridad emana de la naturaleza, y por lo tanto viene de Dios»[108] .

 

A Pedro, Jesús le hace fundamento dándole una autoridad suprema, universal y plena[109]:

«Lo que ates en la Tierra quedará atado en el cielo»[110] .

«El poder de atar y desatar es una metáfora que significa poder de mandar, permitir o prohibir. Es el poder de legislar»[111] .

«“Atar y desatar” es una fórmula rabínica que denota poderes autoritarios de dar leyes o dispensar de ellas, y manifiesta poderes autoritativos de gobierno y organización»[112] .

En el Talmud  «atar» significa declarar ilícito, y «desatar» significa declarar lícito[113] .

 

Dijo también Jesucristo:«Yo te daré las llaves del Reino de los cielos»[114] 

La entrega de llaves es signo de transmisión de poder[115] y autoridad[116] .

Por eso en el cuadro de la rendición de Breda de Velázquez, el Príncipe holandés Justino de Nassau, entrega las llaves de la ciudad al general español Marqués de Spínola.

Igualmente en el cuadro de la Rendición de Granada de Pradilla, el rey moro Boabdil está también entregando las llaves de Granada a los Reyes Católicos.

El símbolo de la rendición es la entrega de las llaves: es transmisión de autoridad. Las ciudades antiguas estaban rodeadas de murallas, y las llaves de la puerta estaba en poder de la autoridad.

 

Los protestantes, como rechazan la autoridad del Papa, dicen que este pasaje es una interpolación.

Pero «esta teoría no es válida porque este texto del primado de Pedro no falta en ninguno de los 4.000 códices anteriores al siglo IX; ni en los códices de las versiones hechas durante los primeros siglos, ni en la primera "Armonía Evangélica" de Taciano (70), ni en los Padres de la Iglesia anteriores al siglo IV. Además en la antigua iconografía cristiana y en la liturgia siempre se representa a Pedro con las llaves, alusión clara del texto de Mateo»[117].

 

Los sucesores de San Pedro, los Papas de Roma, siempre han sido considerados como los Jefes de la Iglesia Católica.

Es curioso que el año 96, cuando todavía vivía en Éfeso el Apóstol San Juan evangelista, los cristianos de Corinto no acuden a él para solucionar un grave problema, sino al Papa de Roma San Clemente, sucesor de San Pedro[118] .

 

Cristo ha hecho a la Iglesia jerárquica, no democrática[119] .

La Iglesia es una sociedad organizada jerárquicamente, por el mismo Cristo[120] .

El poder de los jerarcas no proviene de la comunidad de los fieles. Afirmar lo contrario es herético[121] 

 

«Mientras en la sociedad civil todo es opinable y discutible, en la Iglesia, en las verdades fundamentales, no es posible la libre opinión, puesto que hay que sujetarse a la doctrina revelada»[122] .

Como dijo Juan Pablo II el 20 de noviembre de 1998: «La verdad revelada no es el producto de una Iglesia democrática, sino que es un don que viene de “lo alto”, de Dios»[123].

 

Hoy algunos quieren acomodar la doctrina católica a «los signos de los tiempos».

Pero los «signos de los tiempos» no son Fuente de Revelación, sino consecuencia de las opiniones de los hombres; por eso debe ser al contrario: hay que examinar «los signos de los tiempos» a la luz de la Revelación para ver si son aceptables o no. «No se puede sustituir el mensaje divino por palabras humanas, por muy sabias que éstas sean. Pretenderlo ha dado origen a muchas herejías»[124] .

 

La Iglesia de Cristo ha de durar hasta el fin de los siglos tal como Él la instituyó[125] , por lo tanto también el Pontificado -que es su fundamento- durará hasta entonces.

Luego allí se encuentra la verdadera Iglesia de Cristo, donde se encuentre este Sumo Pontificado.

Este Pontificado sólo se encuentra en los Papas de la Iglesia Católica. Durante casi dos mil años, hasta el Papa actual, tenemos los católicos una serie de más de doscientos sesenta Papas legítimos sucesores de San Pedro. Juan Pablo II es el 268.

En algún momento conflictivo hubo «antipapas», pero enseguida se recuperó la línea legítima. ¿Qué sociedad hay en el mundo que tenga esta antigüedad, esta tradición, esta unidad?

 

El Primado de Pedro es dogma de fe. Está definido en el Concilio Vaticano I.

 

Cristo instituyó en Pedro un principio perpetuo de unidad y fundamento visible de la Iglesia[126] .

Los protestantes no tienen papado luego no están en la Iglesia fundada por Jesucristo.

Están engañados: unos sabiéndolo y otros sin saberlo; pero equivocados. Cristo está donde está Pedro; y hoy Pedro está en el Papa de Roma.

Enseñar otra cosa es error o mala voluntad.

 

El Sínodo General de la Iglesia Anglicana, reunido en Londres del 13 al 15 de febrero de 1985, ha aprobado por mayoría absoluta (238 votos a favor, 38 en contra y 25 abstenciones) el informe final sobre la unidad con los católicos en el que se reconoce al Papa como cabeza suprema de las dos Iglesias[127] .

 

Y Robert Runcie, Arzobispo anglicano de Canterbury, con ocasión de su visita al Papa Juan Pablo II, en septiembre de 1989, dijo: «Empezamos a reconocer en el Papa al Primado de Pedro»[128] .

 

LONDRES, 12 mayo 1999 (ZENIT).- La capital de Inglaterra fue testigo esta mañana de un nuevo paso en el diálogo entre católicos y anglicanos sobre el decisivo tema del ejercicio de la autoridad en la Iglesia.

En la histórica abadía de Westminster, se presentó un nuevo documento elaborado por la Comisión mixta internacional de católicos y anglicanos.

Al presentar el texto que lleva el significativo título de «El don de la autoridad», los dos presidentes de la Comisión, el obispo católico de Arundel and Brighton y el anglicano de Birmingham  subrayaron el significado simbólico de este gesto que tiene lugar en una abadía que se remonta a una época anterior a las divisiones, con el deseo de que este documento contribuya a superarlas.El documento llega a encontrar un acuerdo en lo que se refiere a la autoridad del obispo de Roma El texto de la comisión presentado en Westminster constituye una consecuencia «del reconocimiento del primado del obispo de Roma»[129].

 

LONDRES, 13 mayo 1999 (ZENIT).- George Carey, arzobispo de Canterbury, la máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra, ha acogido positivamente el documento «El don de la autoridad» («The Gift of Authority»), en el que representantes católicos y anglicanos reconocen el primado del obispo de Roma sobre las Iglesias cristianas[130]

 

Precisamente la razón por la cual la Basílica Vaticana en Roma se construyó ahí, fue porque debajo está la tumba de San Pedro.

Son interesantísimos los estudios realizados para la identificación científica de la tumba y de los restos de San Pedro[131] . Los arqueólogos han encontrado la tumba y los huesos de San Pedro.

 

Sobre este tema yo he hecho un vídeo: La tumba de San Pedro en el Vaticano. Identificación científica de la tumba y de los restos de San Pedro en una necrópolis bajo la Basílica Vaticana[132] .

 

Para hacer este vídeo he estado un mes en Roma hablando con los arqueólogos y recogiendo documentación: ahí está la piedra fundamental sobre la que Cristo fundó su única Iglesia. El que está encima es su legítimo sucesor.

 

El que quiera estar en la Iglesia que Cristo fundó en Pedro, tiene que estar en la Iglesia Católica, dirigida por Juan Pablo II, el 265 legítimo sucesor de San Pedro.

 

Voy a poner aquí la lista de los 21 Concilios Ecuménicos celebrados por la Iglesia Católica a través de los siglos:









10º
11º
12º
13º
14º
15º
16º
17º
18º
19º
20º
21º

El Concilio de Nicea I
Constantinopla I
Éfeso
Calcedonia
Constantinopla II
Constantinopla III
Nicea II
Constantinopla IV
Letrán I
Letrán II
Letrán III
Letrán IV
Lyón I

Lyón II
Vienne (Francia)

Constanza
Ferrara-Florencia
Letrán V
Trento
Vaticano I
Vaticano II

se celebró el año
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"

325

381

431
451
553
680-81
787
869
-70
1123
1139
1179
1215
1245
1274
311-12
1414-18
1438-45
1512-17
1545-63
1869-70
1962-65

     

         He aquí la lista de los Papas de la Iglesia Católica tomada del Anuario Vaticano del año 2003[133] :

       Algunas listas no coinciden en el número de los Papas.

      Se debe a que algunos  murieron después de haber sido elegidos y antes de haber tomado posesión.

     En unas listas están porque fueron elegidos, y en otras no porque no llegaron a tomar posesión.

 

    Otro problema es el de Benedicto IX que abdicó dos veces y gobernó tres. Unos lo ponen una sola vez y otros tres.

 

    Asunto desagradable es el de la Papisa Juana. Se trata de una una leyenda medieval[134] según la cual a Juan VIII, debido a sus modales afeminados[135] , el pueblo le llamaba «La Papisa»[136] .


Lista de los Papas:

 

1.- San Pedro (33-67)
2.- San Lino (67-76)
3.- San Cleto (76-88)
4.- San Clemnte, I (88-97)
5.- San Evaristo (97-105)
6.- San Alejandro I (105-115)
7.- San Sixto, I (115-125)
8.- San Telesforo (125-136)
9.- San Higinio (136-140)
10.- San Pío I (140-155)
11.- San Aniceto (155-165)
12.- San Sotero (165-175)
13.- San Eleuterio (175-189)
14.- San Victor I (189-199)
15.- San Ceferino (199-217)
16.- San Calixto I (217-222)
17.- San Urbano I (222-230)
18.-San Ponciano (230-235)
19.- San Antero (235-236)
20.- San Fabián (236-250)
21.- San Cornelio (251-253)
22.- San Lucio I (253-254)
23.- San Esteban I (254-257)
24.- San Sixto II (257-258)
25.- San Dionisio (259-268)
26.- San Felix I (269-274)
27.-San Eutiquiano (275-283)
28.- San Cayo (283-296)
29.-San Marcelino (296-304)

Sede Vacante (304-308)

30.-San Marcelo I (308-309)
31.- San Eusebio (309-310)
32.- San Melquiades (311-314)
33.-SanSivestre I (314-335)
34.- San Marcos (336)
35.- San Julio I (337-352)
36.- San Liberio (352-366)
37.- SanDámaso I (366-384)
38.- San Siricio (384-399)
39.- San Anastasio I (399-401)
40.- San Inocencio I (401-417)
41.- San Zósimo (417-418)
42.- San Bonifacio I (418-422)
43.- San Celestino I (422-432)
44.- San Sixto III (432-440)
45.- San León I (440-461)
46.- San Hilario (461-468)
47.- San Simplicio (468-483)
48.- San Félix III (483-492)
49.- San Gelasio I (492-496)
50.- San Anastasio II (496-498)
51.- San Símaco (498-514)
52.- San Hormisdas (514-523)
53.- San Juan I (523-526)
54.- San Félix IV (526-530)
55.- Bonifacio II (530-532)
56.- Juan II (532-535)
57.- San Agapito I (535-536)
58.- San Silverio (536- 537)
59.- Virgilio (537-555)
60.- Pelagio I (556-561)
61.- Juan III (561-574)
62.- Benedicto I (575-579)
63.- Pelagio II (579-590)
64.-San Gregorio I (590-604)
65.- Sabiniano (604-606)
66.- Bonifacio III (607)
67.- San Bonifacio IV (608-615)
68.-San Deodato I (615-618)
69.- Bonifacio V (619-625)
70.- Honorio I (625-638)

Sede vacante (639-640)

71.- Severino (640)
72.- Juan IV (640-642)
73.- Teodoro I (642-649)
74.- San Martín I (649-653)
75.-San Eugenio I (654-657)
76.- San Vitaliano (657-672)
77.- San Deodato II (672-676)
78.- Domino I (676-678)
79.- San Agatón (678-681)
80.- San León II (682-683)
81.- San Benedicto II (684-685)
82.- Juan V (685-686)
83.- Conón (686-687)
84.- San Sergio I (687-701)
85.- Juan VI (701-705)
86.- Juan VII (705-707)
87.- Sisinio (708)
88.- Constantino (708-715)
89.- San Gregorio II (715-731)

90.- San Gregorio III (731-741)
91.-San  Zacarías (741-752)
92.- San Esteban III (752-757)
93.- San Paulo I (757-767)
94.-Esteban IV (768-772)
95.- Adriano I (772-795)
96.- San León III (795-816)
97.- Esteban V (816-817)
98.- SanPascual I (817-824)
99.- Eugenio II (824-827)

100.- Valentín (827)
101.- Gregorio IV (827-844)
102.-Sergio II (844-847)
103.- San León IV (847-855)
104.- Benedicto III (855-858)
105.- San Nicolás I (858-867)
106.- Adriano II (867-872)
107.- Juan VIII (872-882)
108.- Martín II (882-884)
109.- San Adriano III (884-885)
110.- Esteban VI (885-891)
111.- Formoso (891-896)
112.- Bonifacio VI (896)
113.- Esteban VII (896-897)
114.- Romano (897)
115.- Teodoro II (897)
116.- Juan IX (898-900)
117.- Benedicto IV (900-903)
118.- León V (903)
119.- Cristóbal (903-904)
120.- Sergio III (904-911)
121.- Anastasio III (911-913)
122.- Landón (913-914)
123.- Juan X (914-928)
124.- León VI (928)
125.- Esteban VIII (928-931)
126.- Juan XI (931-935)
127.- León VII (936-939)
128.- Esteban IX (939-942)
129.- Martín III (942-946)
130. Agapito II (946-955)
131.- Juan XII (955-963)
132.- León VIII (963-964)
133.- Bendicto V (964-965)
134.- Juan XIII (965-972)

135.-Benedicto VI (973-974)
136.- Bendicto VII (974-983)
137.- Juan XIV (983-984)
138.- Juan XV (985)
139.- GregorioV (996-999)
140.- Silvestre II (999-1003)
141.- Juan XVII (1003)
142.-  Juan XVIII (1003-1009)
143.- Sergio IV (1009-1012)
144.- Benedicto VIII (1012-1024)
145.- Juan XIX (1024-1032)
146.- Benedicto IX, 1ª vez (1033-1044)
147.- Silvestre III (1044-1045)
148.- Benedicto IX, 2ª vez (1045)
149.- Gregorio VI (1045-1046)
150.- Clemente II (1046-1047)
151.- Benedicto IX, 3ª vez (1047-1048)
152.- Dámaso II (1048)
153.- San León IX (1049-1054)
154.- Victor II (1055-1057)
155.- Esteban X (1057-1058)
156.- Nicolás II (1059-1061)
157.- Alejandro II (1061-1073)
158.- S.Gregorio VII (1073-1085)
159.- Victor III (1086-1087)
160.- Urbano II (1088-1099)
161.- Pascual II (1099-1118)
162.- Gelasio II (1118-1119)
163.- Calixto II (1119-1124)
164.- Honorio II (1124-1130)
165.- Inocencio II (1130-1143)
166.- Celestino II (1143-1144)
167.- Lucio II (1144-1145)
168.- Eugenio III (1145-1153)
169.- Anastasio IV (1153-1154)
170.-  Adriano IV (1154-1159)
171.- Alejandro III (1159-1181)
172.- Lucio III (1181-1185)
173.- Urbano III (1185-1187)
174.- Gregorio VIII (1187)
175.- Clemente III (1187-1191)
176.- Celestino III (1191-1198)
177.- Inocencio III (1198-1216)
178.- Honorio III (1216-1227)
179.- Gregorio IX (1227-1241)
180.- Celestino IV (1241)

Durante dos años hubo SEDE VACANTE (1)

181.-  Inocencio IV (1243-1254)
182.-  Alejandro IV (1254-1261)
183.-Urbano IV (1261-1264)
184.-Clemente IV (1265-1268)

Durante dos años hubo SEDE VACANTE (2)

185.- Gregorio X (1271-1276)
186.- Inocencio V (1276)
187.- Adriano V (1276)
188.- Juan XXI (1276-1277)
189.- Nicolás III (1277-1280)
190.- Martín IV (1281-1285)
191.- Honorio IV (1285-1287)
192.-  Nicolás IV (1288-1292)

Durante dos años hubo SEDE VACANTE
(3)

193.- San Celestino V (1294)
194.- Bonifacio VIII (1294-1303)
195.- Benedicto XI (1303-1304)
196.- Clemente V (1305-1314)

Durante dos años hubo SEDE VACANTE
(4)

197.- Juan XXII (1316-1334)
198.- Benedicto XII (1334-1342)
199.- Clemente VI (1342-1352)
200.- Inocencio VI (1352-1362)
201.- Urbano V (1362-1370)
202.- Gregorio XI (1370-1378)
203.- Urbano VI (1378-1389)
204.- Bonifacio IX (1389-1404)
205.- Inocencio VII (1404-1406)
206.- Gregorio XII (1406-1415)

Concilios de Pisa y Constanza (5)

207.- Martín V (1417-1431)
208.- Eugenio IV (1431-1447)
209.- Nicolás V (1447-1455)
210.- Calixto III (1455-1458)
211.- Pío II (1458-1464)
212.- Paulo II (1464-1471)
213.- Sixto IV (1471-1484)
214.- Inocencio VIII (1484-1492)
215.- Alejandro VI (1492-1503)
216.- Pío III (1503)
217.- Julio II (1503-1513)
218.- León X (1513-1521)
219.- Adriano VI (1522-1523)
220.- Clemente VII (1523-1534)
221.- Paulo III (1534-1549)
222.- Julio III (1550-1555)
223.- Marcelo II (1555)
224.- Paulo IV (1555-1559)
225.- Pío IV (1559-1565)
226.- San Pío V (1566-1572)
227.- Gregorio XIII (1572-1585)
228.- Sixto V (1585-1590)
229.- Urbano VII (1590)
230.- Gregorio XIV (1590-1591)
231.- Inocencio IX (1591)
232.- Clemente VIII (1592-1605)
233.- León XI (1605)
234.- Paulo V (1605-1621)
235.- Gregorio XV (1621-1623)
236.- Urbano VIII (1623-1644)
237.- Inacencio X (1644-1655)
238.- Alejandro VII (1655-1667)
239.- Clemente IX (1667-1669)
240.- Clemente X (1670-1676)
241.- Inocencio XI (1676-1689)
242.- Alejandro VIII (1689-1691)
243.- Inocencio XII (1691-1700)
244.- Clemente XI (1700-1721)
245.- Inocencio XIII (1721-1724)
246.- Benedicto XIII(1724-1730)
247.- Clemente XII (1730-1740)
248.- Benedicto XIV(1740-1758)
249.- Clemente XIII (1758-1769)
250.- Clemente XIV (1769-1774)
251.- Pío VI (1775-1799)
252.- Pío VII (1800-1823)
253.- León XII (1823-1829)
254.- Pío VIII (1829-1830)
255.- Gregorio XVI (1831-1846)
256.- Pío IX (1846-1878)
257.- León XIII (1878-1903)
258.- San Pío X (1903-1914)
259.- Benedicto XV (1914-1922)
260.- Pío XI (1922-1939)
261.- Pío XII (1939-1958)
262.- Juan XXIII (1958-1963)
263.- Paulo VI (1963-1978)
264.- Juan Pablo I (1978)
265.- Juan Pablo II (1978-
 

NOTAS

(1) RICARDO Gª VILLOSLADA, S.I.:Historia de la Iglesia Católica,Edad Media,2ª,VII,2.
Ed. BAC.Mad.

(2) RICARDO Gª VILLOSLADA, S.I.:Historia de la Iglesia Católica,Edad Media,2ª,VIII,1. Ed.BAC.Mad.

(3) RICARDO Gª VILLOSLADA, S.I.:Historia de la Iglesia Católica,Edad Media,2ª,VIII,6. Ed.BAC.Mad.

(4) RICARDO Gª VILLOSLADA, S.I.:Historia de la Iglesia Católica,Edad Nueva,1ª,II,1. Ed.BAC.Mad.

(5) RICARDO Gª VILLOSLADA, S.I.:Historia de la Iglesia Católica,Edad Nueva,1ª,VIII. Ed.BAC.Mad.


[1] Evangelio de San Mateo, 16:18; 28:20

[2] JESÚS MARTÍNEZ GARCÍA: Hablemos de la Fe, II,1. Ed. Rialp. Madrid. 1992.

[3] En el año 1944 el sabio Profesor P. Luis Hertling, S.I. especialista en la Historia de la Iglesia de los primeros tiempos, publicó artículo en la revista de la Universidad Gregoriana de Roma, en el cual demuestra que el número de mártires de las persecuciones romanas, hasta el año 313, fue por encima de los cien mil (Daniel Ruiz: Acta de los Mártires, introducción, 3. Ed. BAC. Madrid)

[4] BERNARDINO LLORCA, S.I.: Historia de la Iglesia Católica, 1º, 4ª, VII, 2, 1. Ed. BAC . Madrid

[5] JOSÉ Mª  RODRÍGUEZ  IZQUIERDO, S.I.: Valor  apologético  de  la  vida  de  la  Iglesia.  Proyección , 38 (X,1963) 178-187

[6] ENRIQUE MORENO: Jesús y su Iglesia, IV. En INTERNET:

.http://home.earthlink.net/~emoreno/jyli/jyli.htm

[7] JUAN MARÍA LUMBRERAS, S.I.: Jesucristo, II, 10.  Ed. Atenas. Madrid. 1992.

[8] TIHAMER TOTH: Cristo y los cristianos, 3ª, II, 4.  Ed. Atenas. Madrid

[9] Evangelio de San Mateo, 16:18; 28:20

[10] Evangelio de SAN MATEO, 22:37s

[11] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.: Dios y su obra, Apéndice, III, 6, nº 658.  Ed. BAC. Madrid. 1963

[12] CELSO COLLAZO: Revista GEO, 17 (VI-88) 126

[13] Revista ECCLESIA, 2354 (16-I-88) 5

[14] KOLOGRIVOF: Suma Católica contra los sindiós, I, 2. Ed. Litúrgica Española. Barcelona

[15] Revista ECCLESIA, 1546 (19-VI-1971) 37

[16] VITTORIO MESSORI: Hipótesis sobre Jesús, IX, 9. Ed. Mensajero. Bilbao, 1978

[17] Diario YA del 3-XI-84, pg.2 y del 12-X-87, pg.21

[18] Revista ECCLESIA, 2775 (10-II-96)

[19] Revista ECCLESIA, 2623 (13-III-93) 17

[20] Diario YA del 19-I-82 pg.26

[21] Diario YA del 4-VI-86, pg.42

[22] ABC de Madrid del 24-IX-99, pg.6

[23] Informe Oficial elaborado en Moscú el 27-XI-95. Revista ECCLESIA, 2766 (9-XII-95) 27

[24] S. CURTOIS: EL LIBRO NEGRO DEL COMUNISMO. Crímenes, terror y represión.  Ed. Planeta. 1998.

[25] VICENTE CÁRCEL: La gran persecución. Historia de cómo intentaron aniquilar a la Iglesia católica en España los socialistas, comunistas y masones, 76.  Ed. Planeta+Testimonio. Barcelona. 2000.

[26]  ZENIT:Boletín informativo del Vaticano en INTERNET, ZS01031108.

[27] Revista Proyección Mundial, 38(1995)62. México. D.F.

[28] Revista MIR, 6(1995)8 . Tijuana. México.

[29] TIHAMER TOTH: CRISTO Y LOS CRISTIANOS, 3ª, III, 2. Ed. Atenas. Madrid.

[30] TIHAMER TOTH: Cristo y los cristianos, 3ª,IV, 6.  Ed. Atenas. Madrid.

[31] ZENIT: Boletín informativo del Vaticano en INTERNET del 4-IX-97

[32] JOSEPH MEURERS: La fe hoy, XVIII.  Ed. Palabra. Madrid.

[33] CHESTERTON: El hombre eterno, 2ª, VI.  Ed. LEA. Buenos Aires. 1987.

[34] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº752

[35] Evangelio de San Juan, 10:16

[36] Concilio Vaticano II: Unitatis Redintegratio: Decreto sobre el Ecumenismo, nº 11

[37] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 811

[38] Evangelio de San Mateo, 16:18

[39]  JUAN CEDRÉS: ORACCIÓN, XXI, 2.  Ed.Antillas. Barranquilla. 1998.

[40] M. OSCAR CULLMANN:San Pedro,discípulo,apóstol,mártir. Ed.Delachaux et Nestlé. Pgs.154ss

[41] JOSÉ ANTONIO SAYÉS: Compendio de Teología Fundamental, 2ª, VII, 2, 1.  Ed. EDICEP.1998.

[42] JUSTO COLLANTES, S.I.: La Iglesia de la Palabra, 1º, 3ª, XII, 2, a. Ed. BAC. Madrid. 1972

[43] Evangelio de San Juan, 10:16

[44] Evangelio de San Juan, 21:15ss

[45] Evangelio de San Mateo, 12:25

[46] Evangelio de San Juan, 10:10; SAN PABLO: Carta a Tito, 3:4-7

[47] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 824

[48] SAN PABLO: Carta a los Efesios, 5:26s

[49] SAN PABLO: Carta a los Efesios, 1:4

[50] SAN PABLO: Primera Carta a los Tesalonicenses, 4:3

[51] Evangelio de San Juan, 3:17

[52] Evangelio de San Juan,12: 47

[53] Evangelio de San Mateo, 28:19

[54] Evangelio de San Marcos, 16:15

[55] H. PINARD DE LA BOULLAYE, s.I.: Jesús, luz del mundo, IV,3.  Ed. Razón y Fe. Madrid

[56] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 830

[57] Evangelio de San Mateo, 28:19

[58] Evangelio de San Marcos, 16:15

[59] Evangelio de San Mateo, 28:20

[60] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 863

[61] Evangelio de San Juan, 20:21

[62] Evangelio de San Lucas, 10:16

[63] Evangelio de San Mateo, 28:20

[64] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 815

[65] Concilio Vaticano II: Unitatis Redintegratio: Decreto sobre el Ecumenismo, nº 3

[66]` Concilio Vaticano II. Unitatis Redintegratio: Decreto sobre el Ecumenismo, nº 19

[67] JUAN CEDRÉS: Oracción, XXVI.  Ed. Antillas. Barranquilla. Colombia. 1998.

[68] JAMES AKIN del sitio en INTERNET: The Nazareth Apologetics, Bible and Theology Page

[69] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.: La fe de la Iglesia, III, 29. Ed. BAC. Madrid, 1979

[70] JOSÉ Mª CIURANA: En busca de las verdades fundamentales, VI, D, c. Ed. Bosch. Barcelona.1988. Breve pero excelente libro que responde acertadamente a su título.

[71]  JUAN CEDRÉS: Oracción,pág. 245.  Ed. Antillas. Barranquilla. Colombia. 1998.

[72] CAMILO CRIVELLI, S.I.: El mundo protestante; Sectas, XVIII, 12. Ed. Atenas. Madrid

[73] Evangelio de San Juan, 17:20ss

[74] Concilio Vaticano II: Unitatis Redintegratio:Decreto sobre el Ecumenismo, nº 4

[75] Evangelio de San Juan, 10:16

[76] ZENIT: Boletín informativo del Vaticano en INTERNET, 2 de noviembre de 1999

[77] ZENIT: Boletín informativo del Vaticano en INTERNET, ZE980628-1

[78] JOSÉ ANTONIO SAYÉS: La Iglesia de Cristo, 2ª, VI, 1, b.  Ed. Palabra. Madrid. 1999.

[79] Concilio Vaticano II: Lumen Gentium, Constitución Dogmática sobre la Iglesia,nº 13.

[80]  JOSÉ ANTONIO SAYÉS: La Iglesia de Cristo, 2ª, VI, 4.  Ed. Palabra. Madrid. 1999.

[81] JOSÉ ANTONIO LABURU, S.I.: La Iglesia en los momentos actuales, II. EAPSA. Madrid.

[82] PINARD DE LA BOULLAYE, S.I.: Jesús, viviente en la Iglesia, VI,6.  Ed, FAX. Madrid.

[83]  JUAN RIVAS, L.C.: Por qué soy católico, VI.  Ed. Hombre Nuevo. Los Ángeles. California.2002

[84] JUAN RIVAS, L.C.: Por qué soy católico, VI, 3.   Ed. Hombre Nuevo. Los Ángeles (EE.UU.) 2002.

[85] SAN CIPRIANO: Epístola LIV, nº 3. Migne Latino, IV, 344.

[86] Conferencia Episcopal Española: Ésta es nuestra fe, 1ª, IV, 2. EDICE. Madrid 1986.

[87] JOSÉ ANTONIO SAYÉS: Razones para creer, XI, 2. Ed. Paulinas. Madrid. 1992.

[88] Evangelio de SAN MATEO, 16:18; 28:20

[89] JOSÉ ANTONIO SAYÉS. Compendio de Teología Fundamental, 2ª, VIII, 3.  Ed. EDICEP.1998.

[90] Revista ECCLESIA, 1111(27-X-62)

[91]Anuario Pontificio. 2003.

[92] Diario ABC de Madrid del 12-VII-98, pg.90

[93] Diario YA del 10-VI-92, pg. 21

[94] Conferencia Episcopal Española: Ésta es nuestra fe, 2ª, I, 9, 2, Ed. EDICE. Madrid, 1986

[95]  VITTORIO MESSORI: Algunas razones para creer, V.  Ed Planeta+Testimonio.Barcelona.2000.

[96] YVES CONGAR: Propiedades esenciales de la Iglesia, IV, I, 2. Mysterium Salutis, IV, I. Ed. Cristiandad. Madrid 1973

[97] Diario LA RAZÓN del 19-II-2001, pg.49

[98] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 870

[99] CHARLES BOYER, S.I.: Razones de ser católico, V, 3s. Ed. Mensajero. Bilbao

[100] MIGNE: Patrología Latina, XIV, 1082

[101] DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 1821. Ed. Herder. Barcelona.

[102] BALTASAR PÉREZ ARGOS, S.I. Política básica, 1ª, II, 1.  Ed. Fe Católica. Madrid.

[103] JOSÉ Mª CIURANA: En busca de las verdades fundamentales, VI, E. Ed. Bosch. Barcelona. Breve pero excelente libro que responde acertadamente a su título.

[104] Con vosotros está, 3ª, XLVI. Madrid, 1976

[105] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1919

[106] JOSÉ ORTEGA Y GASSET: La rebelión de las masas, 2ª, XIV, 1, 4.  Ed. Espasa Calpe. Madrid.

[107] JOSÉ ORTEGA Y GASSET: La rebelión de las masas, 2ª, XIV,  4.  Ed. Espasa Calpe. Madrid.

[108] JOSÉ Mª CIURANA: Revista ROCA VIVA, 318 (I-95) 6ss

[109] Concilio Vaticano II: Lumen Gentium: Constitución Dogmática sobre la Iglesia, nº 22

[110] Evangelio de San Mateo, 18:18

[111] JESÚS MARTÍNEZ GARCÍA: Hablemos de la Fe, II,5. Ed. Rialp. Madrid. 1992.

[112] ERNESTO BRAVO, S.I.:  Esto es ser cristiano, V. Ed. Fe Católica. Madrid. 1973.

[113] JUAN ANTONIO SAYÉS: Cristianismo y Religiones, IV, 4, b.  Ed. San Pablo. Madrid. 2001.

[114] Evangelio de San Mateo, 16:19

[115] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 553

[116] JUSTO COLLANTES, S.I.: La Iglesia de la Palabra, 1º, 3ª, XIII, 2, b. Ed. BAC. Madrid. 1972

[117] INTERNET en CHURCH-FORUM: Doctrina cristiana.  www.churchforum.org.mx/INFO

[118] SALVADOR ANTUÑANO: EL MISTERIO DEL SANTO GRIAL, IV.  Ed. EDICEP. Valencia. 1999.

[119] BERNARDO MONSEGÚ,C.P.: La Iglesia que Cristo quiso, VII,5; VIII,5; IX. Ed.Roca Viva. Madrid.

[120] DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº  966s.  Ed. Herder. Barcelona.

[121] DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº  1502.  Ed. Herder. Barcelona.

[122] JOSÉ Mª CIURANA: Revista ROCA VIVA, 318 (I-95) 6ss

[123] ZENIT: Boletín informativo del Vaticano en INTERNET, ZS98112006.

[124] BERNARDO MONSEGÚ, C.P.: La Iglesia que Cristo quiso, I, 7. Ed. Roca Viva. Madrid.

[125] Evangelio de San Mateo, 28:20

[126] DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 1821ss. Ed. Herder. Barcelona.

[127] Revista ECCLESIA, nº 2210 (23-II-85) 28    Diario YA del 22-IX-89, pg. 16. Revista ECCLESIA, 2210 (23-II-85) 28

[128] Diario YA del 22-IX-89, pg. 16

[129] ZENIT: Boletín Informativo del Vaticano en INTERNET del 12-V-99 (ZS99051207)

[130] ZENIT: Boletín Informativo del Vaticano en INTERNET del 13-V-99 (ZS99051303)

[131] JORGE LORING, S.I.: La Tumba de San Pedro: Identificación científica de la tumba y los restos del Primer Papa de la Iglesia Católica

[132] Pedidos a: Apartado 2546. 11080-Cádiz. Tel.: (956) 222 838. FAX: (956) 205 810

[133]ANNUARIO PONTIFICIO: Libreria Editrice Vaticana. Roma. 2003.

[134] LUDOVICO PASTOR: Historia de los Papas, vol. 22, 1º, VIII.   Ed. Gustavo Gili. Barcelona. 1941.

[135] Diccionario de Ciencias Eclesiásticas, VI. Ed. Subirana. Barcelona.

[136] MANUEL ARAGONÉS: Historia del Pontificado, Apéndice, I.  Ed. Casulleras. Barcelona. 1945.